Reflejos en un Espejo Chino

* Francisco J. Vargas


Columna #172: Fox: El Déspota Rey De Los Jodidos

Los ladinos mexicanos en el poder económico-político-religioso llaman amorosamente a sus víctimas no-ladinas, o sea indígenas y mestizos, con un hermoso calificativo perla del retrógrada lenguaje espanhol: los "jodidos." O sea, los violados sexualmente (jodidos) por los adorables, por los bien-amados descendientes de los conquistadores gachupines viviendo acá. No por nada los ladinos en Espanha se precian jocosamente en público de dos cosas: primero, de los genocidios que infligieron a los conquistados en América. Y luego, de los descendientes no reconocidos (los jodidos) que invariablemente dejan por donde quiera que pasan al asaltar sexualmente a las mujeres conquistadas. Esto es, encima se les hacen graciosos su crímenes.

Claro que los tiempos están cambiado, debido más que nada a la comunicación global. Como mañosamente pretenden pasar por "civilizados" de cara al resto del mundo, los ladinos mexicanos últimamente evitan llamar a los nativos "jodidos" cuando hay medios de información presentes. Por eso moderan su vocabulario en público dirigiéndose a nosotros con otro elegante adjetivo alterno: los "malnacidos."

Sin duda recordará usted que "malnacido, muerto de hambre y mojado" llamó el mugroso lambiscón del Sistema y malísimo "payaso" ladino en Televisa, Brozo, al humilde mexicano que tuvo la mala suerte de ser confundido hace semanas con el francotirador asesino que asoló Washington por semanas.

Así están las cosas en este rincón del mundo.

Desde su atalaya de la abundancia y el poder, los ladinos mexicanos no pueden considerarnos otra cosa más que malnacidos y jodidos. Jodidos nos decía alegremente el animal vestido, Emilio "Tigre" Azcarraga, padre del actual Multiplicador de Mierda, [M&M] Azcarraga-3. Jodidos nos llama a veces el propio presidente gachupín de México, Vicente Fox. Lo consideran su derecho, pues es regla de guerra que el conquistado pase a ser receptor de todas las crueldades que se invente el conquistador. Y México, ni modo de negarlo, es un país conquistado (para no mencionar a toda "Iberoamérica") y bajo la bota militar espanhola. Por eso el verdadero título del reyecito, virrey, presidente o mandatario mexicano-gachupín en turno, del partido político que sea, es con todo derecho "El Rey de los Jodidos."

Desde que Hernán Cortés puso por vez primera la bota en el cuello a la indiada de hace cinco siglos, hasta la bota charoleada de Vicente Fox en el cuello de la mexicanada actual (los jodidos y malnacidos), el pueblo mexicano existe exclusivamente para nutrir a los siempre hambrientos y voraces judíos ladinos, sirviéndoles de esclavos en tierras robadas a los indígenas mismos como fue al principio de la Conquista (nomás calcule el tamaño de la explotación contando los miles y miles de millones de dólares en oro y plata que se han recatado de barcos espanholes hundidos en siglos pasados por huracanes, e imagínese la cantidad de oro que sí llegaba a buen puerto en Espanha) o pagando impuestos brutalmente altos a pesar del enorme dineral que representa la enorme entrada de dólares a cambio de petróleo, dólares que también se roban los ladinos en el poder, como sucede hoy día.

Y lo pasmoso es que las víctimas ya ni se quejan de los ladinos depredadores.

A cambio del privilegio de dejar vivir a la indiada en lugar de haberla metido en reservaciones como hicieron los gringos con los apaches y demás tribus que les tocó en la lotería del Colonialismo, los ladinos gachupines cobran cara su "generosidad" a los mexicanos no-ladinos: los engordan como marranos para después hacerlos chicharrón y tragárselos. Hacen como el búho, que se come pájaros recién nacidos pero deja el nido intacto para volver después por sucesivos empollamientos.

Los ladinos tienen éxito porque astutamente viven infiltrados entre los nativos, cual lobos bajo piel de oveja. En patética muestra de ignorancia de su propia historia, los mexicanos consideran "mexicanos" como ellos a los sádicos ladinos. No se le ocurre a ningún nativo verse en un espejo y deducir por si solo que gobernantes y gobernados son diferentes grupos étnicos y enemigos mortales en consecuencia. Y aunque la estrategia militar china advierte a los gobernantes corruptos: "El populacho, cuando así lo decide el Cielo, puede ser terrible en su venganza," ya vemos que todavia no es así en México, paraíso de gobernantes, charros negros y legisladores bandidos.

(En la próxima columna platicaremos un rato acerca del apestoso estercolero en que está convertido el traidor Magisterio, institución manejada convenientemente por mexicanos-gachupines desde el Gobierno. Magisterio que aliado al Popis tiene sumido a México en la represión étnica e intelectual más pesada, larga y horrorosa que haya sufrido país alguno en la historia de la humanidad, haciendo de México el Infierno en la Tierra.)

Tema aparte es que los ladinos de Espanha eludan hoy su responsabilidad histórica en el brutal genocidio que impusieron en México, alegando convenenciera y descaradamente que dizque ellos "no son culpables de las atrocidades de sus antepasados." Así como lo lee, pues los únicos culpables de tales atrocidades son los indígenas mexicanos, forzados a pagar todavía día a día por los crímenes de los gachupines. Qué bonito, qué conveniente para la paz mental de los desgraciados, y chínguese el indio, como siempre. Nadie quiere recordar que la mayoría de las "joyas" arquitectónicas y culturales en Espanha, de las cuales no reniegan y están tan orgullosos los ibéricos contemporáneos, fueron construidas con las riquezas, sangre y vidas robadas por sus antepasados bárbaros y genocidas a los subyugados indígenas de "Iberoamérica." Pero los descendientes de los conquistadores nomás quieren lo dulce y nada de lo amargo. Solamente los indígenas, decíamos, no tienen excusas para su calvario, pues la explotación de México a manos de espanholes (de aquí y de allá) continúa incontenible, y gracias a esa riqueza Espanha medio aparenta (sin conseguirlo del todo) ser un país decente. Contrario a los habitantes de la convenientemente olvidadiza Espanha, la indiada no tiene el lujo de apurar ninguna "pócima del olvido," ocupados todos en pagar con sangre la omnipresente ocupación espanhola.

Pero ya pagarán, créamelo, voluntaria o involuntariamente.

Porque a querer o no, los hijos son beneficiarios o responsables de los aciertos o errores de los padres. Por eso precisamente es que históricamente los descendientes de los vencidos terminan cobrándoles irremediablemente la factura --lágrima por lágrima, lamento por lamento, vida por vida-- a los descendientes de los vencedores. En este caso, los mexicanos (los demás "iberoamericanos" esclavizados que hagan lo que quieran) cobrarán irremediablemente la factura de la Conquista a los dizque "no culpables," pues pagar por los crímenes de los padres está en el futuro de los gachupines de aquí y de allá. Todo porque eso de arrasar con naciones enteras para hacerse rico sin capital y sin trabajar, tarde o temprano se revierte y terminan los invasores (es decir sus descendientes) por pagar más por el caldo, que por las albóndigas.

Afortunadamente para los ladinos espanholes y mexicanos, ningún nativo de por acá piensa hoy como ellos hicieron y hacen, violentando sexualmente a los adversarios y descuartizando jodidos. Y no por falta de ganas, sino porque el hombre decente no asesina. No lo hicieron los aztecas que fueron arrasados por los primeros conquistadores, y no lo harán los mexicanos contemporáneos. En México nadie decapitará gachupines, ni los destripará, ya que para deshacer el entuerto ni siquiera hay necesidad de convertirse en genocidas como ellos. Eso si, tampoco hay necesidad de perdonar ni de olvidar sus atrocidades, como taimadamente aconsejan los curas gachupines y los curas mexicano-romanos. Simplemente habrán de utilizar bien el cerebro los mexicanos, pues el principio militar chino lo dice muy claro: "Responde a las ofensas e injurias con justicia, no con sumisión." Eso se traduce en que el tenebroso futuro de los conquistadores ladinos lo escribieron ellos mismos, no los vencidos.

Digamos entonces que en su alocada búsqueda de riquezas ajenas en México, desde el sádico Hernán Cortés hasta su último descendiente explotador en el poder, Vicente Fox, jamás imaginaron que sus masacres de indios condenaban simultáneamente a toda Espanha (el "país maldito" mencionado por el oráculo chino) a su destrucción siglos después a manos de indígenas y mestizos mexicanos. Efectivamente, "La victoria es la semilla de la derrota." Porque si los indígenas mexicanos de antaño perdieron la libertad y su país, el ineludible deber de los mexicanos actuales es recuperar las dos cosas. De lo contrario nadie será digno de llamarse descendiente de sus antepasados, mucho menos mexicano. Y para traidores, con los curas basta.

El infalible oráculo chino anuncia, decíamos, que el desquite contra los ladinos se hará con inteligencia y calma, sin levantar la voz, sin cortar cabezas, sin tocarle un pelo a nadie. Ni siquiera dejará viudas y huérfanos, pues éstos también se irán cuesta abajo por el mismo precio. Será algo mucho más grandioso y espectacular que una revolución convencional, será una suave y total devolución, algo inédito en la historia de la humanidad. Lo mejor de todo es que el pueblo no utilizaría más "armas" que el voto, los rituales chinos, las peticiones a los dioses, y la estrategia militar china y sus Cinco Elementos en su ciclo destructor (agua, fuego, madera, metal y tierra), elementos que cuando se utilizan correctamente no derraman sangre al arrollar enemigos con ellos.

Hoy ya no es necesario ni aconsejable, como en siglos pasados, atacar oponentes directamente, pues eso cualquiera lo puede hacer aunque muera heroicamente en el intento. Así han muerto muchos mexicanos desde la Conquista-genocidio, así mueren hoy día millones de personas en guerras convencionales (bombardeos, armas químicas, minas de plástico, embargos económicos, invasiones, hambrunas, epidemias bacteriológicas provocadas) librándose en el mundo. El arte de la guerra del siglo XXI busca no la muerte del combatiente, sino el vivir para regodearse en la derrota de los enemigos. No tiene ya sentido el cavernario principio de "morir matando" que ha regido las guerras desde la pre-historia hasta el presente.

Verdad es que a los ladinos les ha gustado siempre provocar conflictos militares con la indiada mexicana, excusa maravillosa para llevar a cabo sus habituales represiones militares excesivas, matanzas que tanto placer causan en sus enfermizas mentes. Pero en esta ocasión no los tendrán, pues los mexicanos no-ladinos forman ya un "ejército" invisible e invencible qué va creciendo muy despacio, es cierto, pero incontenible como la humedad y de país en país, pues hay muchísimos mexicanos en el extranjero (con esta columna, al menos, se comunican lectores de más de cincuenta países). En esta extraña "milicia civil" del Tercer Milenio cada mexicano es, debido a la mezcla de estrategia y metafísica, no un "soldado," sino un general anónimo e independiente de todos los demás miembros. Su maravilloso conocimiento es superior al armamento bélico, pues sus rituales chinos no destruyen físicamente enemigos en campos de batalla convencionales, sino que obliga a los adversarios a que se suiciden sin presión aparente, por su propia mano.

Y tipos de suicidios causados por la combinación rituales/estrategia hay muchos: hay suicidios políticos, hay suicidios militares, hay suicidios religiosos, hay suicidios económicos, hay suicidios culturales, hay suicidios comerciales, hay suicidios de etnias, hay suicidios de estrategia, hay suicidios de países, hay suicidios de personajes, hay suicidios de instituciones. Ésa es la estrategia militar china superior, la que no se enseña ni se aprende en universidades ni en academias militares, mucho menos en cuarteles o sinagogas. Estrategia suprema que se transmite "de boca a oído," la estrategia del Meteorito Rojo, estrategia que deja destrucción y desolación a su paso, estrategia por excelencia que paradójicamente "mata sin matar."

Pero exactamente, ¿qué depara el destino a los ladinos en Espanha y México? Pues eso que mencionábamos: una gama de suicidios y plagas que caerán lenta pero inexorablemente sobre ellos hasta que abandonen este mundo voluntariamente, sin que nada ni nadie los obligue visiblemente a ello. Es decir, los alzamientos con botellas de gasolina y mecha son cosa de la prehistoria, y México es evidentemente el país que el Cielo escogió para ser el primero en este nuevo tipo de "devoluciones." Después, me imagino, la devolución del resto de "Iberoamérica." O el Diluvio. Y a ver quién es el genio ladino que descifre a tiempo el descalabro metafísico-militar que se les viene encima como aguacero de mayo, descalabro que por cierto se avecina poquito antes de lo esperado por mi, según están sucediendo presagios alusivos. Este descalabro seguramente será modelo de futuros descalabros para países y personas militaristas en cualquier parte del mundo. No en vano hace dos mil años dijo el taoísta Lao Tzu, experto en éste tipo de conflictos: "El armamento bélico es de mal agüero."

Efectivamente, el inesperado catalizador que anuncia el fin de la hegemonía ladina sobre los mexicanos fue la sorpresiva ascensión al trono del peor Déspota en la historia presidencial mexicana: el mocho panista, Vicente Fox. Según mi punto de vista, Fox anuncia el principio del fin para los ladinos. Porque un gobierno debe proteger a sus ciudadanos. Ésa es su principal y casi única función. Si no la cumple, entonces el Gobierno no sirve. Y el Gobierno de Vicente Fox protege muy bien a los ladinos amigochos suyos, especialmente a los banqueros, más no al resto de habitantes ajenos a ese grupo étnico en el Poder. Por eso no hay obras públicas, ni buena educación, ni ayuda para damnificados, ni buenas carreteras libres, pues todo el dinero se va a los bolsillos de los gobernantes explotadores.

Por su parte, la sinvergüenza "señora Marta" ha llegado ya al insultante descaro de predicarnos que dizque "El verdadero 'cambio' radica en que ya no hay que esperar qué va a hacer el gobierno por ustedes, ahora hagan por ustedes mismos. Este Gobierno no debe actuar con políticas asistencialistas o paternalistas." Pues que "cambio" tan diferente al que la repelente pareja dispareja prometía cuando buscaban el voto popular. Ahora nada más quieren robarse los impuestos y el dinero del petróleo.

Como todos los ladinos gachupines, Marta-y-Fox confunden "paternalismo" con la generosidad, nada más alejado de la realidad. Porque paternalista hasta las cachas sí es el gobierno de Fox, lo que pasa es que ni Vicentón ni Marta lo saben. En su urgencia por hacernos creer que no hay dinero (porque todo se lo apropian ellos) para paliar la miseria del pueblo, la señora Marta utilizó la palabra "paternalista" como ejemplo de supuestas buenas intenciones de los explotadores hacia los explotados. Este frecuente equívoco viene desde Espanha, cuna de este lenguaje tan plano y tan limitado que es el espanhol.

Porque en la política real el "paternalismo" gubernamental es sinónimo de fascismo, de tutelaje político. Un gobierno paternalista es aquél que se abroga ilegalmente el derecho de guiar las acciones y pensamientos de los ciudadanos, prohibiéndoles abierta o veladamente el derecho a guiarse por ellos mismos, digamos implantando la oscurantista educación religiosa en las escuelas públicas. Paternalismo es subyugación económica, militar y política por medio de la corrupción de líderes sindicales y de medios de información. Después, por medio del terror y la fuerza viene el totalitarismo de la mano de gobernantes paternalistas y autoritarios.

El Gobierno mexicano es, entonces, un gobierno paternalista de los que causan con su codicia y autoritarismo que la gente haga a los lados de los caminos antorchas humanas con los ladinos. Porque contrario a lo que afirma Fox, sí hay mucho dinero en el gobierno, sí hay "cajotas con dinero." Pero el muerto-de-hambre "rey de los jodidos" no lo quiere repartir entre los necesitados nomás porque es egoísta y cabrón. En cambio, Fox compró a precio de oro cinco misiles chatarra rusos sin ninguna justificación creíble, repartiéndose ladinos mexicanos y rusos entre ellos millones de dólares. Y ya planea Fox comprar más barcos y aviones viejos e inservibles con tal de cobrar jugosas comisiones cargándonos a los mexicanos el costo. Para eso si hay dinero, más no para los damnificados.

Al no haber contrapesos verdaderos en la "democracia" mexicana, el Déspota Fox está elevando rápidamente el paternalismo a nivel de totalitarismo, y las consecuencias no se harán esperar. Ya empieza la gente de la calle a secretearse entre ellos, y las mujeres se aconsejan y se van. Malas señales esas, pues indican que el pueblo está inquieto. Las bandas de criminales están bien armadas, y las cárceles a reventar con gente dispuesta a enfrentar al Gobierno. La terquedad de los ladinos no augura nada bueno.

Mientras tanto, el espantado y unánime sometimiento de los medios impresos y electrónicos hacia el Déspota Fox y su concubina es vergonzoso y total, pues sus dueños le cantan día y noche a la pareja dispareja falsas alabanzas y se hincan presurosos ante los obispos para besar sus malolientes manotas con trémulos labios y culo en la mano. El miedo no anda en burro. Por su parte, el Déspota "rey de los jodidos" mira a la gente del pueblo por encima de su narizota de ladino. Como buen encomendero, el Cocacolo Fox tutea y avasalla a toda persona humilde que se encuentra. Táctica obviamente recomendada por alguno de sus estúpidos "consejeros," ya que ningún reportero o ciudadano le puede preguntar o comentar nada porque inmediatamente los ofende salvajemente, insinuando que dicen mentiras al cuestionarlos sobre su fuente de información. Bárbara conducta acorde con los cinco siglos de conquista y ocupación espanhola que sufrimos.

A ver si al rato no le sale a la Zorra Fox el tiro por el culo...y por insolente. Cada hora que pasa más gente se convence de lo inescapable: Hay Que Sacar A Los Ladinos De Los Pinos.

PARA MORIRSE DE RISA: Por el amor de dios, pónganle ya un intérprete al Babas Fox para que no haga más ridículos tratando, según él, de tartamudear inglés con mandatarios extranjeros! Lo que cantinfleó en Inglaterra ("those congress people will more respond"), fue un inglés tolerable en cualquier mexicano sin educación, pero no en un jefe de Estado.

Y el dizque "canciller" Jorge Castañeda, el secretario de Estado más inútil y con menos personalidad diplomática en la manada foxista, sirviéndole de mandadero al Déspota Fox, en lugar de hacerle ver lo grotesco de su manía y en lugar de notificarle que para eso hay un cuerpo de traductores oficiales en el Servicio Exterior, para que los presidentes no enseñen el cobre y hagan sufrir el sentido del oído de sus anfitriones de habla inglesa.

Y es que Castañeda nomás anda pensando en meterle la titolina (al fin que nosotros pagamos los hoteles) a su "conquista," la recitadora de noticias de Televisa, la muy sosita (pero no para la cama, ya se ve) A-de-la Mecha, digo, Micha. Ahora si cayó un pez gordo en las redes amorosas de la no muy fea, pero si francamente difícil de mirar por mucho rato conductora ladina. Imagínese el vuelo que se dieron los servicios de Inteligencia del Reino Unido monitoreando al baboso canciller trepado en A-de-la, en lugar de hacer su trabajo correcta y eficazmente. Ningún presidente anterior a Fox tuvo un canciller tan vanidoso, pendejo e irresponsable como Castañeda. Bien dice la gente que los sirvientes se parecen a sus amos. Castañeda habla varios idiomas y en todos dice puras tarugadas. Más le hubiera valido a este güey --la gallina que se creé pavo real-- ser mudo. Aunque su jefe, el Primer Uñas-largas Fox, está peor al ser "estudiante" de inglés con su compañera de lecho y concubina, la "señora Marta." Por eso en Relaciones Exteriores temen decirle al emperadorcito que en lo referente a su conocimiento en inglés no tiene ropas, va encuerado por el mundo. Los funcionarios le tienen pavor a las rabietas e intrigas de la Amigocha (del ridículo), y ninguno de esos lambiscones profesionales quiere perder la chamba a manos de Marta nomás por decir la verdad, ya que para robar y para cuidar su hueso se pintan solos los miembros del "gabinetazo."

Por eso ir a Inglaterra, cuna del inglés, a hablar con importantes funcionarios mostrando un dominio de esa lengua dolorosamente rudimentario y mascullando como si trajera canicas en la boca, ha sido una de las peores babosadas del pretencioso Cocacolo Fox. Ni CSG, ni Zedillo, que hablaban mucho mejor el inglés, prescindieron jamás de los intérpretes oficiales en actos de importancia, pues tenían mucho más sentido de la realidad y el decoro que Fox, cuyo profesionalismo está por el suelo. Esto ha sido otra caída más del cuaco del falso ranchero y falso presidente, y van ocho veces (Marta nomás lleva una, pero todavía la tiene a maltraer el golpazo en la rodilla). Más las caídas que todavía le faltan a Fox en éste azaroso (para él, especialmente) Año del Caballo. Pero es que donde la Amigocha manda...no gobierna nadie más. Y al mexicano que le parezca mal, que levante el dedo.

Para que se lo arranque de un mordisco la segunda dama.

2. Al igual que a varios expresidentes mexicanos (Ordaz, Echeverría y Salinas, por ejemplo), a la Zorra Fox ya le gustó vivir a todo lujo y de gratis con cargo al presupuesto. Por eso empieza a rondar en su vacía cabecita la placentera pero peligrosa idea de la reelección (aunque ya lo negó, eso nomás quiere decir que es cierto). Su argumento para convencer tarugos es que necesita dos sexenios para implementar el mentado "cambio." Especialmente ahora, cuando la Amigocha quedó políticamente chamuscada y sus sueños presidenciales convertidos en cenizas, Fox quisiera aprovechar el vacío y exprimir al pueblo otro sexenio. Aislado en un mundo pletórico de falsas alabanzas, huecas reverencias e incienso, Fox se creé indispensable para México. No le basta el desastre económico y educativo que dejará en su nefasto sexenio, ni que para recuperar el daño habrán de pasar cien años o una revolución. No. Ahora el presidente sinvergüenza quiere desperdiciar otro sexenio para el país. Alguna alma piadosa debería darle un pellizco al presidente y despertarlo de su seductor sueño. Soñar es de gratis, ya lo sabemos, pero confundir la realidad con los sueños suele resultar no solamente fútil, sino demasiado caro.

3. Vicente Fox es un presidente con seria desconexión entre cerebro y lengua, por eso dice tantas babosadas en espanhol y en inglés. El Déspota Vicentón habla antes de pensar, por lo tanto es peligroso para sí mismo y para lo demás. Que un patán así sea presidente de México no hace más que confirmar el hecho de que los presidentes son poco más que títeres de los poderosos ladinos mangoneadores del poder que mantienen el secreto de sus identidades, pero que quitan y ponen presidentes a discreción suya aunque con la venia de Espanha y el Vaticano. Vicentón no es precisamente un tonto de capirote, pero pasarse de listo es una forma de estupidez.

No por nada los milenarios anales de China mencionan la grave advertencia del emperador al príncipe: "Se cauto en lo que hablas frente a los demás. Un defecto en una hermosa pieza de jade se puede tallar hasta hacerlo desaparecer, pero un desliz verbal no puede echarse atrás ni con un tiro de caballos. Cada palabra dicha, aunque parezca no tener importancia, tendrá una respuesta." Y un ritual chino de desquite, agregaría yo.

(Ésta es una muestra de recientes respuestas del Déspota Fox a súplicas de ciudadanos mexicanos (jodidos/malnacidos) no-ladinos. Note usted el insultante tuteo, habitual en el ladino acostumbrado a hincarse ante curas y banqueros pero entrenado igualmente a tratar a la gente común con la punta de su asquerosa bota, como si fueran peones de su latifundio:

A. "No esperen ayuda del Gobierno (dicho a pediches sobrevivientes de un huracán con el agua a la cintura), éste es tiempo de sacar el marranito." Del lodo y ahogado, me imagino.

B. "Pónte a trabajar en lugar de pedirme dinero" (Rezongo encabronado a un hambreado ciudadano que le pidió prestados dos dólares, insulto terminal que naturalmente causó la hilaridad del séquito ladino del presidente, vistiendo cada uno de ellos trajes de dos y cuatro mil dólares.)

C. "No tengo una cajota de dinero para regalar." Escupitajo del sádico presidente, supuesto protector del pueblo, en el rostro de otro grupo de damnificados por el huracán, sufriendo hambre y falta de techo. Pero para sus amigochos ladinos si tiene mucho dinero para repartir, es a los pobres a quienes gusta negarles ayuda. Ese poder de vida y muerte sobre la ciudadanía hace al imbécil hacendado sentirse importante, sentir que existe. Sabe que sin el poder de la Presidencia sería otro ladino anodino de los muchos que tiene México, pues carece de virtud propia alguna. Y nadie amenaza con quemar ladinos con leña verde.

D. "¿Tú por qué fumas? Deja de fumar y con eso pagas la luz." Irrespetuoso y desproporcionado rezongo del presicabrón Fox a un ciudadano que a causa de el huracán pedía desesperadamente al presidente: "Bájenos la luz, ya no nos alcanza ni para comer." En ese caso, Fox le hubiera exigido al suplicante que dejara también de vestir y comer pero que pagara la luz y se hagan los ladinos más ricos. Y todavía hay gente que se creé el estúpido cuento de que "el petróleo es nuestro."

E. "Mucha queja, ya basta. Quieren que todo se los resuelva el Gobierno en lugar de ponerse a trabajar." Malhumorado retobo a una multitud que montoneaba al presidente pidiéndole agua y carreteras decentes. Pero si no le parece a Fox que la ciudadanía le haga reclamos, ¿a qué diablos va a zonas de desastre? ¿O es que encima de que los robos gubernamentales y su propia incapacidad como presidente para administrar la nación son causa de la ruina nacional, todavía quiere el baboso que la gente le aplauda? Además, los ladinos ladrones (como Fox precisamente) en el Gobierno, en lugar de ponerse a trabajar quieren que todo se los resuelva el pueblo y se roban el dinero del Tesoro y suben constantemente los impuestos. ¿Entonces?

F. "¿Por qué no me pides una escuela en lugar de columpios?" Salvaje respuesta acompañada de un feroz rictus facial al mejor estilo del desquiciado mental y técnico brasileño de fútbol Tuca Ferreti, a una niña mexicana que simplemente le pidió al presidente que pusiera columpios comunales para los niños de su barrio. ¿Qué hubiera hecho el estúpido presidente Fox si la niña le hubiera agarrado la palabra? ¡Pues la hubiera regañado por no pedirle columpios! Así son los pinches ladinos mexicanos.

G. "No tengo varita mágica para arreglarles sus problemas. Soy un ser humano como cualquier otro." Cínica respuesta de Fox a peticionarios desesperados por conseguir ayuda oficial. Si de verdad Fox fuera un ciudadano común no tuviera tanto dinero del pueblo a su disposición para robar y despilfarrar. Ignoran los ciudadanos no-ladinos que México no tiene presidente sino un gerente explotador, mercader y pillo incapaz de velar por las necesidades del pueblo. El está en el trono para ver por los intereses de los ladinos. Y ya.

H. "Yo no vendo gas." Despótica respuesta al reclamo de un ciudadano para que controlara a los voraces distribuidores de gas doméstico. Pero es que ya sabemos que Fox no vende gas, ni tacos, ni ropa. Para eso es presidente, para vender únicamente los bienes de la nación y quedarse con el botín. Fox no entiende su función. En su campaña electoral prometió ser todo para todos, y ahora niega ser nada para los no-ladinos. Pues qué conveniente.

I. ¡......! Vacía respuesta (peor que la de Zedillo con su "No traigo cash") de Fox a humilde niño que le acercó un bote invitando al presidente a cooperar con unas monedas (ya no se diga billetes) para financiar un equipito infantil de fútbol. Ignora el niño que el presidente está acostumbrado que le den monedas a él los banqueros ladinos, no a que se las pidan. Un encomendero gachupín agarra, no suelta.

J. "No puedo poner más camarones en el mar ni darles más dinero. A ver cómo solucionan ustedes su problema." Brillante sugerencia del tirano a las quejas de pescadores. Ya se sabe que Fox no puede poner más camarones en el mar, ¿pero sería mucho pedirle que robe menos para que nos ajuste más a todos el dinero del Tesoro? Porque hasta ahorita Fox no ha demostrado más talento que el despilfarro de los recursos de la nación en viajes inútiles y fiestas de la Amigocha.

4. La Amigocha ya ordenó al acomodaticio títere y recitador de noticias en Televisa, López Dóriga, una encuesta amañada (como todas las del M&M Azcarraga-3) en la que ¡sorpresa!, resultó que dizque el 81% de la mexicanada clama por una mujer presidenta). Cómo no, eso quisieran los cabrones. Nomás nos faltaba la apachera Marta empinándonos desde la Presidencia.

5. La última diarrea verbal de Fox fue en relación a la "guerra sucia" en México, y desnuda involuntariamente el grado de corrupción en la dizque "democracia" mexicana. (Se dice "guerra sucia" al exterminio clandestino de disidentes políticos, porque en ese tipo de guerras el Ejército su sublima en su habitual oficio de asesinar civiles: no deja registros de órdenes recibidas ni dadas para matar personas de los dos sexos y de todas las edades, ni de bajas propias sufridas, ni de prisioneros tomados ni de sus nombres, ni de las torturas aplicadas, ni de las desapariciones, ni de los asesinatos de inocentes y culpables. Es decir, es un genocidio militar autorizado ilegalmente por el presidente en turno (usualmente católico) por lo tanto es "guerra sucia.")

Tradicionalmente, en este país no solamente los congresistas están bajo la bota presidencial, sino también los siniestros y bastante corruptibles magistrados de la Corte Suprema, para no hablar del resto de jueces de poca monta y de los podridos ministerios públicos. Claro que para efectos de propaganda política, y buscando darle una capciosa y tenue pátina de "civilización" al explotador Gobierno ladino mexicano, supuestamente hay en México "separación de Poderes." Pero ya sabemos que tal cosa es mentira.

Por ejemplo. Los "intelectuales" de petate y los directores de los periodicototes ladinos acusaron al Déspota Fox de abandonar el proyecto del nuevo Aeropuerto Internacional Texcoco por miedo a los machetes de los campesinos de Atenco, a quienes les habían expropiado ilegalmente sus tierras de siembra, y también en respuesta a supuesta baja de popularidad del presidente en las encuestas. Mentira. La realidad es más prosaica: Fox echó atrás el decreto de expropiación de terrenos ejidales únicamente porque los magistrados de la Corte, anticipada y subrepticiamente, le deslizaron al presidente el veredicto legal que favoreció a los labriegos de Atenco y no al Gobierno. Ese "soplo" al presidente fue ilegal, pero habitual. Le permitió al Primer Uñas-largas cancelar la expropiación y evitar que se anunciara el revés jurídico que dejaba al presidente en ridículo.

Bueno, pues el desliz delator de Fox sobre la "guerra sucia" echó de cabeza a los magistrados de la Corte Suprema al exhibir su venalidad diciendo esto: "Buena parte de los responsables de las matanzas de estudiantes en Tlatelolco-68, y de guerrilleros en las décadas de los 70s y 80s, no podrán ser procesados porque sus crímenes ya prescribieron."

Es decir, los magistrados le avisaron a Fox con antelación que no van a meter a la cárcel a ningún militar, ni a ningún funcionario asesino de ciudadanos. Ladino no come ladino y si no fuera así Fox jamás hubiera autorizado la creación de una fiscalía especial para castigar a los asesinos de disidentes no-ladinos. Si Fox autorizó tal farsa fue porque sabía que los militares y gobernantes asesinos estaban legalmente a salvo. De otra manera ningún militar volvería jamás a masacrar indígenas ni campesinos malcontentos, lujo que el Gobierno no puede darse ya que su seguridad depende de la voluntad de los genocidas ladinos en uniforme militar para mantenerse indefinidamente en el poder.

Y siendo el Parásito de Hacienda, Francisco Gil, quien aprueba y otorga el presupuesto anual para la Corte, la lealtad de los jueces hacia el presidente (y no hacia los ciudadanos, mucho menos hacia la justicia), está férreamente garantizada. Que así sea pues, ya que eso permitimos los mexicanos. Pero gracias a la ligereza de lengua de Fox, las cosas nos quedan mucho más claras que antes.

Además, todos los cabecillas del Gobierno y de los partidos políticos son ladinos, así que se solapan entre si y jamás uno de ellos meterá a la cárcel a otro por robos y crímenes a la nación sean del partido que sea. Nomás vienen en envase diferente (PAN, PRI o PRD). Todos son los mismos y Fox no hizo más que anunciar lo que todo ladino sabe desde niño: el enemigo es la indiada, no otros ladinos.

6. En cuestiones de racismo, el velo se descorre a veces donde menos se espera. En su última gira por Europa, la visita de la pareja dispareja (Marta-y-Fox, para usted) los llevó a desagradable situación en Inglaterra. Sucede que el príncipe Eduardo, el hijo más joven de la monarca Chabela Segunda, invitó a Vicentón y a su inseparable siamesa, digo concubina (¿no habría manera de que cuando menos un día la dejara haciendo el quehacer doméstico?), a la inauguración de la Sección Azteca de la Real Academia de Arte en Londres.

Bellamente mantenidas y colocadas en lucidoras vitrinas, hay trescientas cincuenta piezas representativas del arte azteca en exhibición, piezas que sobrevivieron porque han andado rodando en Europa, de otra manera los ladinos mexicanos-gachupines ya las hubieran hecho polvo. Por eso hay en la citada exhibición piezas en oro, mientras que en México no hay piezas con oro que sumen un gramo, pues todo lo funden para venderlo los bárbaros ladinos de por acá.

Lo que quiero decir es que el príncipe, aún siendo hermano étnico de la pareja ladina mexicana (no me extrañaría ni tantito que siendo judíos todos ellos hasta estén lejanamente emparentados Fox y los Windsor), evidentemente ignora el nivel de odio de los mexicanos-gachupines hacia todo lo que sea indígena. Nomás hubiera visto la cara de cartón que tenían Marta-y-Fox frente a las piezas, claramente sufriendo retortijones de tripas pero tratando de aparentar interés para que no se enojara el príncipe, quien ni cuenta se dio del enojoso encontrón racial que sufrieron los Fox frente a los reales ojos del jotilongo, digo del príncipe. O, más que nada debido a su excelente educación, si Eduardo sabe algo del conflicto racial no lo demostró.

Pero yo vi al cuate de las botas charoleadas, buen católico según él, con ganas de darle un patadón a la vitrina más cercana conteniendo máscaras de herejes aztecas. Si no fuera porque había demasiadas cámaras...

Aparte está el escabroso asunto de que el Parlamento austríaco requiere que el presidente Fox mande una solicitud oficial pidiendo el Penacho de Moctezuma para decidir si lo regresan a México. (Zedillo mandó una solicitud cuando era presidente, pero en el camino el siniestro judío ladino y entonces Parásito de Hacienda, José Ángel Gurría, la hizo perdediza y estancó las negociaciones.) Imagínese usted la rabieta del gachupín Fox, tener que pretender que le interesa el penacho que su ancestro Hernán Cortés odiaba tanto o más que las chanclas del emperador azteca. Yo siempre he dicho que la única razón de que el penacho exista en tan buenas condiciones es que los civilizados austríacos lo han cuidado muy bien, y no hay que pedirlo sino hasta que ya no haya gachupines en el trono de México. E insisto: mejor dejarlo en manos de los austriacos para que nos dure. Si lo regresan a México, los méndigos animales vestidos que son los ladinos mexicanos se van a inventar un incendio en el museo, y lo van a chamuscar y desaparecer. Acuérdese de lo que le digo.

Yo conozco a mis burros.


* Master, Estrategia Militar China

E-mail: visionpf@direct.ca


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Copyright © 2002, Francisco J. Vargas