Reflejos en un Espejo Chino

* Francisco J. Vargas


Columna #72: Importa Más La Ley Que La Religión

Planeada con precisión similar al de una campaña militar, los obispos aplican en varios países una estrategia de acoso para imponer el control religioso sobre la ley civil. Utilizan la Fuerza de Estado del Vaticano para aterrorizar gobernantes e implantar a güevo el esquema represivo mundial que requieren los países del primer mundo para controlar la economía global.

Desde que las guerritas pueden ser televisadas, el resto del mundo ve feo que "los Ejércitos aliados" despanzurren impunemente a civiles tercermundistas. En consecuencia la conquista de los países pobres se lleva a cabo por medio del cristianismo, tal como se hizo en los últimos mil años. Sólo que ahora todo está bajo el mando indiscutible de los güeros, quienes buscan realizar el mismo sueño de otros conquistadores blancos, incluidos Napoleón y Hitler: dominar ellos solitos al mundo occidental.

En este orden mundial las víctimas a explotar son principalmente negros y mexicanos. Ya se dieron cuenta curas y políticos occidentales que el Oriente es un ente listo y venenoso que no se deja doblegar por extranjeros y por eso lo dejarán en paz por un rato. Es más, si se les presentara la oportunidad de nuevo, probablemente esta vez rechazarían la oportunidad de controlar Hawai. Ahí si que los orientales, caso único, se dejaron caer a los blancos.

Ocioso también es mencionar que los blancos descabellaron a los pieles rojas, así que no hay mercado ahí. Pero la negrada de Africa y la mexicanada de Latinoamérica son suficiente número de clientes para producir interminables miles de millones de dólares de ganancia a los países del primer mundo y al Vaticano. (Los blancos les dicen ``mexicanos'' a todos los latinoamericanos no negros o güeros, de la misma manera que los latinos les dicen ``chinos'' a todos los orientales.)

Siguiendo ese plan mundial de conquista, los países del primer mundo apoyaron en México a panistas, perredistas y priístas para que aplicaran impunemente el robo del Fobaproa. ¿A cambio de qué? Eso ya lo veremos cuando suba Labastida al trono priísta. Porque si los extranjeros le perdonaron a Labastida sus antiguos nexos con el narcotráfico del que lo acusaban, tiene que haber sido a un precio económico y político muy alto, precio que por supuesto pagará la indiada mexicana. A Labastida y demás políticos ladinos les importan sus intereses, no los del país. Y cuándo los güeros le pasen factura, ni modo que les salga Labastida con lo de la inútil soberanía, ni con la separación entre Estado e Iglesia, ni con más mamadas de ésas.

A los curas les fue asignada pues la tarea de reprimir religiosamente a los nangos del mundo, ya que los vaticanos cuentan con gran experiencia en el ramo. Ya mansita la indiada, los países avanzados nos exprimirán económicamente sin que opongamos resistencia sus víctimas. El botín económico y de poder militar y político mundial a repartir entre vaticanos y gobernantes blancos es enorme. Y como en Acteal y más lugares de ésos, ganancia suficiente para justificar el genocidio, la traición, la mentira y el robo.

Así las cosas, los curas en México atacan a la ley civil desde varios frentes. Cada día un obispo diferente opina sobre temas que no son incumbencia de la Iglesia, pero que igual usan para ablandar las defensas de ciudadanos y políticos. Qué si el condón... qué si el aborto... qué si la religión de los políticos... qué si la educación... qué si la madre que los parió.

Total que aparte del conflicto guerrillero que padecemos (ése que ``no existe'') se nos viene encima la guerra religiosa. Porque esto va a ser guerra. Con muertos y toda la cosa, como les gusta a los curas. Acuérdese.

Porque lo malo es que además de ser soberbios, avariciosos, intrigantes y muy poco religiosos, los obispos tienen la nada despreciable virtud de ser listos. Y para transar más rápido a la indiada de Latinoamérica los vaticanos empezaron a vaciar veneno por la parte más ancha del oído. Primeramente escogieron España para imponer ahí la educación pública religiosa, aprovechando que la península está gobernada por mochilones.

De ahí los curas extenderán el modelito educativo español a los demás países sucursales de España, especialmente a México. ¿O a poco se creé usted que el hecho de que el Vaticano nos haya mandado un nuncio español es pura coincidencia? ¿Ignora acaso que, por ejemplo, el ladino y televiso Azcarraga Tercero es íntimo cuatacho de el príncipe Felipe de Gachupilandia? ¿Ignora qué los políticos y empresarios mexicanos más ricos son en realidad criollos?

En fin, que para el curso público escolar 2000-2001, los españoles tendrán que escoger para sus hijos, del próximo currículum educativo español, entre una asignatura obligatoria de Enseñanza Religiosa y otra de Valores Cívicos. No habrá de otra sopa. O ley o religión. Y a quién no le guste, que emigre a las américas. Al cabo que para eso si son buenos los españoles.

Ya implantado el método en España, le daría más fuerza a la cantaleta de los obispos mexicanos, pues nomás estamos a ver que hacen de malo en otros países para inmediatamente copiarlo (pero no lo bueno, ¿verdad, secretario Gurría?)

Así que el nuncio Mullor y su acólito Rivera ya andan chinga y chinga para que la educación pública religiosa se haga obligatoria en México. Pero si les toleramos su antojo, dentro de poco tiempo los curas excomulgarán a los niños mexicanos (y a sus padres) que no acepten el Evangelio en las escuelas. Eso si no los asan vivos en la hoguera pública.

¿Lo duda?

Pues despiértese, porque últimamente los obispos se están despachando con el cucharón, exigiendo que los gobernantes mexicanos se declaren públicamente católicos y tratando de hacernos creer que es en beneficio de los ciudadanos. (En nuestro beneficio sería que los obispos se declararan políticos y se arrancaran la careta, pero entonces se les caería el negocito de ser chingaqueditos.)

Afortunadamente nosotros no tenemos la culpa que los españoles sean tarugos y se dejen que el Vaticano les imponga la religión católica en sus escuelas. Y el que nuestros gobernantes nos tengan hundidos en la pobreza no quiere decir que nosotros nos volvamos estúpidos por nuestra cuenta. Deseamos de todo corazón que Dios exista, pero la educación pública es cosa aparte. Por eso tenemos que estar muy alertas pues la naturaleza de los obispos es actuar a las escondidas y pegar por la espalda. Por lo pronto nos están comiendo ya el mandado, utilizando como cabeza de playa a sus hombres en la política -Marcos, Cuauhtémoc Cárdenas, Fox- para presionarnos.

El Ratón Vaquero (Fox) se apresuró a declarar, en público y sin recato político alguno, que de llegar el a la presidencia retirará la inmunidad a los legisladores. ¿Para qué? Pos' sabe tu, pero de seguro esa inmunidad les estorba a los gobiernos extranjeros, y por eso los títeres como los curas, Fox y Cárdenas exigen tal cosa.

Sin embargo Fox se equivoca, pues los gobernantes deben tener cierta jerarquía política. Lo que sí es negativo es que ninguno de los aspirantes a la presidencia prometan que implementarán programas sociales que beneficien al pueblo. Lo único que traen en mente es ver cómo se hacen más ricos ellos, sus familias y amigotes, y de paso ver cómo amuelan más al pueblo para que no se alebreste.

Créamelo, los gobernantes ladinos en México son auténticos casos siquiátricos y Cuauhtémoc Cárdenas, para presumir de ser más mochilón que Fox, dijo que el desea que los obispos mexicanos le entren de lleno a la política, para lo cual apoyaría (si llega a la presidencia, dice) la reforma al artículo 130 de la Constitución. Con eso, para empezar, los curas tendrían puestos en el gobierno. Luego lo demás les vendría de pilón.

No sabemos si Cárdenas, Fox, el Popis y los obispos mexicanos consideran estúpidos a quiénes originalmente concibieron el citado artículo constitucional, o si consideran que los estúpidos somos los ciudadanos y que les permitiremos tal barbaridad.

``Es mejor que los curas asuman plenamente sus responsabilidades,'' dijo taimadamente Cárdenas. ¡Pues eso mismo digo yo! Que se pongan a rezar, ésa es su responsabilidad.

Pero ya se ve que la educación religiosa que recibió de joven le reblandeció de más el cerebro a Cárdenas, quien agregó descaradamente, ``Es deseable la participación de los sacerdotes en la política como representantes populares, para que puedan aportar y ejercer sus derechos políticos, lo cual sería una aportación a la democracia.''

Pero, ¿este cuate está pendejo, o se hace ídem? ¿No sabe qué lo que los curas ``aportan'' ipso-facto, si se les deja, es precisamente el asesinato a la democracia?

Antes que nada, y para que no se piense que hablamos a lo buey como ellos, dejémosle claro a Fox y a Cárdenas lo siguiente. En México la ley no está peleada con la religión. El ciudadano puede profesar la religión que guste y su fe en nada perjudica al Estado. Pero el mexicano tiene la ley que tiene precisamente por los abusos de los curas, y punto. Y esa ley no les permite a los curas meterse en asuntos civiles. No les permite entrometerse en la educación pública y menos en política, porque cuando lo hicieron sumieron al país en la ignorancia y corrupción religiosa más espantosa que pueda imaginar el ser humano.

Pero si los obispos y panistas-priístas-perredistas ya hicieron los arreglos pertinentes con sus patrones extranjeros, como cuando lo del Fobaproa, y nos quieren obligar a escoger entre ley o religión, entonces nosotros preferimos la ley.

¿Por qué? A explicarlo vamos. (Dado que los curas son materialistas incorregibles, les tendremos que repetir, como a los niños retrasaditos, la leccioncita. Luego no digan que no sabían y sólo hacían lo que el Popis ordena desde el Vaticano. Destápate las orejas, nuncio Mullor. Y tu también, Cuauhtémoc. Y tu, Fox, levanta la cabeza y abre los ojotes.)

A ver, a ver. Un pueblo, por muy tapado que lo tengan sus gobernantes, desea ser feliz y próspero. Si los gobernantes se roban el dinero y empobrecen al pueblo corren el riesgo de que los ciudadanos los bajen del macho.

La religión, por su parte, es para practicarse únicamente en la intimidad de las iglesias o del hogar. La función de los sacerdotes es cuidar de los templos y explicarle a los creyentes los principios de su fe.

Pero en México los curas no tienen tiempo para nimiedades religiosas tales. Ellos tienen la repugnante y muy cristiana costumbre de pasarse la vida exigiéndole al Gobierno soporte económico (mismo que toma muchísimas formas) a cambio de mantenernos a la indiada agachada y rezando de día y de noche. (A los que escapan el lavado de cerebro religioso los agarran Televisa y TV-Azteca con sus bodrios telenoveleros y rápidamente los dejan más pendejos que con la misa diaria.)

Aún así, el guión de la farsa religiosa católica que existió en México desde la Conquista convenía a las dos partes por igual, o sea a los gobernantes sinvergüenzas y a los curas alcahuetes.

Pero viendo que a nadie por aquí se le hace raro que los curas a diario se codeen (y les pidan y obtengan dinero) con gobernantes ladrones, asesinos, represores y mentirosos, el Popis, como buen judío, se dio cuenta ya de que el negocio da para mucho más.

¿Resultado? Azuzados y financiados por políticos extranjeros, los curas mexicanos ya no exigen migajas, ahora también quieren manejar ellos el poder civil.

Nada más que se les olvida a los curas colmillones y a los políticos nangos nacionales que en este país los ciudadanos y los gobernantes tienen derecho a su fe religiosa, si, pero los gobernantes trabajan (es un decir) para el pueblo, no para el Cielo.

Pa'que me entiendan mejor, nosotros les pagamos sus salarios a los gobernantes priístas-panistas-perredistas, no el Vaticano.

Al mexicano en general no le importa en absoluto la fe del gobernante, misma que puede practicar a sus anchas en sus horas de descanso. Pero la función, la verdadera función del gobernante, es guardar y hacer cumplir la ley civil, no tratar de imponer al pueblo la educación judía-cristiana.

La riegan pues los obispos cuando exigen que los gobernantes mexicanos se declaren católicos. Eso no es ni obligación de los gobernantes, ni negocio de los curas. Nos ofende pues el Popis al tratar de manipular a los políticos mexicanos. La política en este país es privilegio de ciudadanos, no de los curas. Ya es hora de que los obispos, y nosotros, lo entendamos.

Ya es hora también, señores vaticanos, de darse cuenta que su desvergonzada ambición por el dinero los está encuerando (en todos sentidos y empezando por el avaricioso Popis, que acaba de cobrar cuarenta millones de dólares para que los católicos usen una tarjeta de crédito con la efigie del pontífice) a los ojos de ateos y religiosos por igual.

Y en cuanto a la burla de las cincuenta cajitas de agua que el nuncio Mullor llevó a los damnificados mexicanos ``como prueba de que la Iglesia se preocupa por los pobres,'' yo le tengo una mejor sugerencia acerca de dónde las puede meter.

LA PAELLA DE LAS VANIDADES, EPISODIO II:   Sigue la pachanga policial en el caso Stanley.

Ahora dicen los exguardaespaldas de Stanley y el colega de trabajo de Bezares que salió herido del pie, que Bezares es mentiroso consuetudinario. Deducen los retrasados mentales (junto con el retrasadito fiscal) que si Bezares es mentiroso entonces si mató a Stanley.

¿Pero cuál mexicano, empezando por Zedillo, su gabinete presidencial, el cura Rivera, los fiscales, y los propios testigos esos, no es mentiroso? Sin embargo nadie nos acusa por eso de matar a nadie.

¡No es lo mismo mentir que matar, del Villar!

#2. La PGR, como siempre que no se le necesita, metió su cuchara en el caso Stanley....para regarla, fiel a su costumbre.

Dicen los encapuchados fiscales que dizque están investigando a Bezares ``por abuso de autoridad,'' pues tanto el como Stanley portaban credenciales de Gobernación para manejo de armas, lo cual, según los cuicos, ``es delito de abuso de autoridad.''

Pero resulta que la mentada credencial no fue falsificada por el acusado, sino que le fue expedida por la Secretaría de Gobernación acreditándolo como servidor público con permiso para portar arma de fuego.

Siempre lo han hecho así los gobernantes mexicanos, generosos con lo ajeno ellos, dándoles armas y credenciales a sus cuates del mundo de la farándula. ¿Se acuerda del pistolon que traía el Polivoz? Y Andrés García. Y vaya usted a saber cuántos más.

O sea, el abuso de autoridad fue y es cometido primeramente por los representantes de Gobernación que autorizaron tal desacato, pues ni Stanley ni Bezares fueron servidores públicos. (En esos días era secretario de Gobernación Labastida, por lo tanto es el ahora candidato a la presidencia quien debe ser investigado.) El ser funcionario no exime a nadie de su culpa en la comisión de un delito como el mencionado.

Sin embargo no hay un sólo funcionario acusado por esa barrabasada. ¿Por qué?

Si Stanley fue quien pidió y recibió las credenciales, ¿para qué tronar a Bezares? Lo acusan de haber recibido ilegalmente ``una identificación de una dependencia oficial,'' pero y entonces, ¿para qué se la dieron? Tanto peca él que mata la vaca como él que se la come.

Yo opino que primeramente metan al bote a los empleados de Gobernación que firmaron las credenciales. ¿O acaso está Gobernación en manos ya no de funcionarios abusivos, sino en manos de niños chiquitos que no saben lo qué hacen? Eso sí que sería grave.

#3. Los testigos presenciales del asesinato de Stanley se muestran remolones a decir, como les exige la Procuraduría, que El Cholo es el asesino de Stanley. Por la sencilla razón, naturalmente, de que el cholo no mató a nadie. Para remediar eso, el desesperado del Villar citó a testificar....a la cocinera del restaurant El Charco.

Así como se lo cuento. No le miento.

¿Y qué dijo la cocinera? Pues que ``Desde la ventana (de la cocina, calcúlele los metros) alcancé a ver (de puritito refilón, me imagino) que el asesino de Stanley fue El Cholo.''

¿Deveras? O sea, ¿con el gentío encima a la hora del almuerzo y ella no estaba cocinando, estaba con la boca abierta en la ventana y esperando a que el cholo matara a Stanley? Los que se cruzaron con el asesino a medio metro dicen que no reconocen al cholo, pero la cocinera que estaba lejos si lo reconoce.

En la Procuraduría no sólo nos consideran a todos los ciudadanos candidatos a carne de presidio, nos consideran también idiotas.

#4. Del Villar, o Inspector Clouseau si usted prefiere, citó a testificar a un hijo bastardo de Stanley de sólo 13 años de edad.

¿Y qué revelaciones pertinentes al asesinato dijo el niño? Dijo que su papá le contó que la esposa de Mayito ``le tiraba el calzón.''

Y lo extraordinario es que a la Pantera Rosa se le hizo crucial para el caso la banal y bárbara declaración del mocoso que hiere en forma irreversible el nombre de la esposa del acusado. Cierto o no, eso sencillamente no se hace, Clouseau. ``Hay que tener madre,'' decían los antiguos.

Pero es que a los fiscales mexicanos les vale precisamente madre la reputación de las personas, pues ellos mismos carecen de ella. Ni siquiera saben el significado de la decencia pues actúan cual cuadrúpedos vestidos de gente.

Sería bueno que un loquero le revisara la cabeza, pero ya, al fiscal. Y ya encarrerado, que le revise también al coco al juez que está permitiendo esa mierda de investigación, digna solamente de un corrupto estado de Derecho al estilo Zedillo.

¿Y dónde quedaron los muy sensibles ``juristas'' que (equivocadamente) gritaron ofendidos pidiendo la cabeza de la juez cuando lo del Chucky? ¿Se les fue la voz, o ``hay mucha gente en el circo'' y le tienen miedo a del Villar?

Chinge a cagada la justicia, mejor que no nos falte el bistec en la mesa, ¿verdad, señores juristas? Y es que, pensarán ellos con razón, cuándo el estómago gruñe de hambre el decoro y la cacareada ética profesional son palabrería inútil que fácilmente se esfuma.

¿HASTA CUÁNDO, SEÑOR?    En Hong Kong sentenciaron a muerte a un funcionario de la provincia de Hubei por haberse robado más o menos veinte millones de dólares del erario público, dinero que durante 18 meses desperdició en juegos de azar. Si no fuéramos tan güeyes aquí en México, ¿cuantos gobernantes ladinos y ladrones hubieran pasado ya por el paredón?

PRINCIPIOS DE GUERRILLA:   La historia militar mundial muestra que al principio todo movimiento de guerrilla pierde muchísimos efectivos al enfrentar Ejércitos regulares. Y lo confirma la reciente captura en la ciudad de México de un jefe guerrillero. (Sin orden de aprehensión, of course, y con posterior golpiza ilegal, cruel y sanguinaria a manos de los soldados. Destino anunciado de quiénes pretendan arrebatarles el rico filete del hocico a los ladinos.)

Las bajas desproporcionadas en la guerrilla son de esperarse. Los descontentos con su miseria y con la corrupción oficial sufrirán hasta que su movimiento de oposición se generalice y crezca en número de efectivos. Cuando eso suceda, si sucede, el poder del oponente se debilitará en proporción directa, pues no podrá enrolar un número suficiente de hombres con la misma facilidad que la guerrilla.

En conflictos militares todo es cuestión de números. Y de rituales militares para conseguir que el Cielo tome partido por uno de los contendientes. Mientras la guerrilla sea débil, sus bajas serán mucho mayores que las del Ejército regular. Pero su situación militar, ideológica y económica se refuerza según el pueblo va tomando conciencia de su propia y desesperante situación política.

Sea como sea, uno de los dos bandos debe desaparecer, ya sea el guerrillero o el militar regular. Y esa decisión siempre está en manos del pueblo.

AUTORIDADES CRIMINALES:   En México las autoridades representan una amenaza mayor a los ciudadanos que los propios criminales. Y orondos les toleramos todos los abusos que endilgan a nuestra dignidad y libertad.

Muy quitado de la pena, como si no se diera cuenta de la monstruosidad jurídica de la que se jactaba, o como si igual le valiera madre su propio delito, el delegado de la PGR hizo un escalofriante anuncio en relación con el asesinato de un primo de Colosio.

Resulta que el primo fue baleado fatalmente en julio de 1999 en Sonora, mientras se encontraba por fuera de su negocio. Como el asesinato tiene tintes políticos, el gobierno declaró el asunto ``de narcotráfico.'' Aunque sin base legal alguna, decir que un crimen tiene influencia del narco les permite a los cuicos hacer lo que se les venga en gana con los ciudadanos. Y ni quién les pueda pedir cuentas.

Con el cuento de que ``las investigaciones arrojaron resultados comprometedores para la familia Colosio,'' cosa nunca explicada y menos probada, las autoridades federales catearon la casa de la víctima donde, oh sorpresa, ``encontramos pequeñas dosis de cocaína.''

Y alégueles. Pero lo espantoso es que las autoridades arrestaron días después del asesinato a un sospechoso. Eso nos lo dice hoy el delegado de la PGR, Ernesto García. Quiere decir que hasta en noviembre nos dicen los cuicos que tenían preso desde julio a un sospechoso.

Pero, ¿con qué derecho esconden las autoridades a un ciudadano, por muy sospechoso qué sea, durante cuatro meses? ¿En qué código penal mexicano está autorizada semejante barbaridad? ¿Desde cuándo los ciudadanos pagadores de impuestos somos propiedad de los cuicos? Y más importante, ¿dónde están los pinches legisladores y ``juristas'' mexicanos?

Afortunadamente, si los gobernantes ladinos tienen las armas los ciudadanos tienen a su alcance la fuerza de los rituales chinos, arma más poderosa que ninguna otra. Ya podrán ganar todas los elecciones amañadas los ladinos, ya podrán legislar leyes convenencieras, ya podrán esconder ciudadanos en las mazmorras priístas, pero otra cosa es ganarles en rituales chinos a cien millones de gentes. Y cien millones de gentes son más que cinco millones.

NUESTRO FÚTBOL:   El incapaz técnico de la selección nacional, el sargento Lapuente, trata de justificar sus derrotas pidiendo que restrinjan el número de extranjeros jugando en primera división, que dizque ``para que salgan más jugadores para la selección.''

Pero el negocio del fútbol no existe para que Lapuente se escude en el. Ya hay suficientes jugadores mexicanos de calidad para hacer hasta dos selecciones. Si lo duda pregúntenle a Lavolpe. Lo que pasa es que el sargento Lapuente quiere justificar su ineptitud culpando a otros, como siempre.

Ya saben los dueños de equipos que para sacar más jugadores no necesitan prohibir la importación de piernas robándole espectacularidad al juego, únicamente necesitan restaurar el torneo de reservas.

#2. Lo barato sale caro. Ya está aprendiendo el dueño del equipo Toros-Neza que era más negocio pagarle el millón extra de dólares al turco Mohamed, que venderlo. El fiasco de Bebeto fue para el empresario una lección carísima. Pero dice el pueblo que él que es naco no aprende con nada.

#3. Lo que Tomás Boy haga en el campo de juego es parte del espectáculo y las autoridades no tienen mucha vela en el entierro.

Pero lo que mister Boy haga ya fuera del campo de fútbol es jurisdicción civil, y el que Boy le haya mostrado los testículos a los espectadores es acción que no es competencia ya de la rama de fútbol. Por eso Tomás Boy debe ser expulsado del fútbol. Le faltó al respeto de manera inaudita al público y no es la primera vez que lo hace.

Un maniático como Boy no tiene nada que hacer en este negocio. Y por más que el ladino Aarón Padilla, cobijado por el silencio criminal de los televisos, trata de proteger a su hermano étnico ``castigando'' a Boy con tres partidos de suspensión, su intento de engañarnos no debe prosperar.

Boy debe ser expulsado. Pero están los ladinos tan acostumbrados a engañar a la indiada, que habiendo tanto abogado en los equipos de fútbol, incluido Lebrija, ninguno quiere decir lo que debería. Qué vergüenza de país.

LA PROPAGANDA QUE COMPRAMOS:   Antes de pagar por ver una película extranjera o nacional, o antes de sentarse a ver por la tele una novela, o hasta las noticias, piense por un momento. ¿Qué nos quieren decir los productores, y por qué?

Si algo es bueno para nosotros, los ladinos de Hollywood y los de aquí no nos lo dirán. Así entonces, ¿qué quieren que creamos o hagamos? ¿Quién se beneficiará de esa propaganda? ¿El gobierno, los extranjeros, los judíos, los banqueros, la religión? ¿Quién?

Porque si usted se fija, hasta en las caricaturas los niños ven únicamente héroes blancos, metiéndoles en la cabeza que los chingones del mundo son güeros. Y los demás qué somos, ¿pendejos?

¿Qué nos atrae pues de las insulsas películas? ¿Sus malas historias, su violencia bárbara, el ruido innecesario e infernal, los actores sangrones y actrices presumida e incompetentes? Porque a pesar de que nada es benéfico para los espectadores, éstos crecen día a día para beneplácito del grupito de judíos que controla la industria en Occidente.

En vez de perder el tiempo en cosas sin importancia como son las películas, deberíamos emplear nuestras horas libres aprendiendo y practicando rituales chinos hasta alcanzar la perfección. Más provecho nos traerá a nosotros, a nuestras familias y a nuestro país.


* Master, Estrategia Militar China

E-mail: visionpf@direct.ca


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Copyright © 1999, Francisco J. Vargas