Reflejos en un Espejo Chino

* Francisco J. Vargas


Columna #33: Las Fronteras Deben Ser Respetadas

Es comprensible, aunque ilegal, la obsesión de tantos mexicanos y extranjeros por "brincar la línea" ilegalmente hacia Estados Unidos.

La razón de esta masiva y premeditada violación a la frontera con el vecino país tiene mucho que ver con la situación económica en México, Centroamérica y otros países subdesarrollados.

Muchos de los osados viajeros tienen éxito en la aventura, pero "para llegar al Cielo hay que pasar primero por el infierno" y no todos llegan felizmente a su destino.

Ciertas ONG, con la anuencia de autoridades fronterizas mexicanas, van a colocar señalamientos en la frontera para advertir a los indocumentados sobre los peligros que les esperan en territorio americano tales como ríos crecidos, desiertos, zonas frías, y cosas por el estilo.

Por su parte, las autoridades mexicanas están pendientes de que los agentes de la Border Patrol no se metan a México a pie o en vehículos a corretear indocumentados.

Lo anterior está bien, pero no se toca el meollo del asunto.

Para los aztecas aspirantes a "mojados" el verdadero problema radica en el mismísimo gobierno mexicano.

Por razones de todos conocidas los gobernantes descapitalizan las arcas nacionales y por ende no se generan empleos suficientes (lo cual es utilizado de excusa por el Estado para pedir al Banco Mundial billones de dólares prestados) que eviten el éxodo de trabajadores hacia "el norte."

Al gobierno le conviene que los desocupados emigren. Por un lado se alivia el índice de desempleo y los puestos políticos y los mejores trabajos quedan en las manos de los gobernantes y sus familias, y por el otro lado los que se van mandan después miles de millones de dólares anualmente al país.

Los gobernantes piensan que el negocito es bueno mientras ayude a que se hagan millonarias sus familias, y poco les importa la suerte de los pobres, gente que al fin y al cabo son de diferente grupo étnico al de ellos. Indiacuaros, pues.

Lo más peligroso de esta situación es que depender tanto de los Estados Unidos tiene un alto precio para el Estado mexicano: el patrón que da las órdenes en todos los asuntos económicos y militares, es extranjero.

De fuera aprueban los agentes antidrogas y los fiscales federales, y también de allá vienen instructores para policías y soldados. Ni espías militares necesitan los extranjeros pues sus instructores aquí saben cuántos soldados hay, cómo están entrenados, y hasta que tipo de armamento utilizan, pues éste también viene de fuera.

Ah, pero nosotros también tenemos ``inteligencia militar.'' Lo malo es que no saben lo que hacen pues también los entrenan en el extranjero los que un día podrían ser enemigos militares. Todo por que aquí nadie sabe el principio chino militar que dice, ``el amigo de hoy puede atacarnos mañana.''

Para muestra un botón. Cuando el Estado mexicano - muy raramente, por cierto - se pone respondón con los americanos, éstos cierran por unas horas las fronteras (remember el caso Camarena?) causando un caos económico terrible hasta que de rodillas las instancias gubernamentales afectadas les piden perdón antes que arriesgar una manifestación armada contra el PRI.

Pero los extranjeros exigen mucho y dan poco a cambio. Acuérdese del operativo Casablanca: cuando México pidió la extradición de los agentes americanos que actuaron ilegalmente en México, ellos mandaron a la inocentona canciller Green a freír nopales pues ellos no están gobernados por priístas nacos que venden conciudadanos a los extranjeros.

Ya se los había pronosticado yo: el que México venda a su gente no quiere decir que otros paises hagan lo mismo.

Después, para taparle el ojo al macho llamaron al Procurador General a Washington (su chamba también depende de la aprobación de los americanos) y su contraparte allá le firmó un papelito diciendo qué no están bien las acciones unilaterales. Pero también le dijeron que eso no era garantía que no sucedería otra vez.

Lo malo fue que se comprobó lo qué todo México sabe: el Estado sólo tiene gracia para perseguir y torturar mexicanos. Cuando hay que utilizar la ley debidamente contra extranjeros, éstos les bajan los chones a los nuestros sin ningún esfuerzo.

Así continuará esto hasta que el pueblo ponga a uno de los suyos a gobernar, reemplazando a los cuahutemocs, zedillos, y demás miembros del nefasto grupito étnico que detenta el poder.

Pero basta de divagar: regresemos al asunto de las fronteras. Por el motivo qué todos sabemos, los aspirantes a "mojados" están dispuestos a jugarse la vida cruzando la frontera. Para conseguir pan para sus hijos se amontonan en la línea fronteriza a diario esperando que caiga la noche para saltarse la barda.

Y es que "la necesidad es la madre del engaño." Lo problemático de todo esto es que agentes mexicanos de diversas corporaciones policíacas estatales y federales patrullan el lado mexicano dizque "para cuidar la seguridad" de los indocumentados (éstos dicen que es para sacarles una feriecita) y de paso "velar por la soberanía nacional."

Con su presencia física las autoridades mexicanas actúan estúpidamente como cómplices del mismo delito que los indocumentados cometen al violar la frontera. Avalan el crimen.

Nadie sabe si en realidad fueron a la escuela los diplomáticos de la SRE y los jefes policíacos de esas corporaciones. Por ahí leí que los juniors mexicanos van al extranjero a estudiar diplomacia: !se saben las leyes de otros países pero no la del de ellos! Y se les nota: la canciller Green dijo muy oronda en China qué "Nuestras dos culturas tienen más de mil años de antigüedad." La desorientada diplomática casi le atina: la cultura China tiene cinco mil años de historia.

Así que presentamos esta corta lección de estrategia militar china concerniente al factor "terreno" y dirigida a nuestros diplomáticos y jefes policíacos federales lelos: al qué le quede el huarache se lo pone, ¿estamos? Acuérdense nomás que un burro es un caballo sin buenos maestros.

Uno:   Las fronteras internacionales existen para prevenir la entrada ilegal de indeseables, para separar a dos países, y para proteger a un país fuerte de los actos violentos provenientes de países vecinos. Los "bárbaros" no entienden esto y las brincan adrede. Al poner las autoridades mexicanas letreros previniendo a los indocumentados sobre los peligros que les acechan en territorio americano y patrullar aparatosamente las fronteras vigilando a los indocumentados se convierten en parte del crimen mencionado. Consejos y protección de ese tipo se imparten discretamente, algo sabido hasta por pasantes de primero de Derecho.

Dos:   Las fronteras (la toma de huellas digitales y los pasaportes los inventaron los chinos) son para contener la anarquía y los impulsos violentos de los hombres, de manera que violar una frontera es un reto militar y una falta de respeto a la autoridad del país afectado. Si es necesario hacerlo, hay que pecar de cauteloso y ponerle inteligencia y sigilo al asunto.

Tres:   El Estado que viola ocasionalmente las fronteras ajenas es por que tiene la fuerza militar y económica para resistir las consecuencias legales. Ni para que repetir lo de la operación Casablanca y otros ejemplos. El problema es que México no se puede dar esos lujos y por eso es, diplomáticamente, un paria pues viola a diario el orden internacional al permitir el cruce ilegal de mexicanos hacia territorio americano.

Aquélla vez qué se metió una bandada de muchachos a Estados Unidos corriendo entre los automóviles que esperaban cruzar la garita de San Ysidro en realidad cometieron un acto de invasión que pudo resultar en balacera. Menos mal que los americanos no usaron la fuerza.

Sabido lo anterior, el gobierno mexicano debería usar los medios informativos para darse menos coba a sí mismo y dedicarse mejor a hacer conciencia en los futuros "pollos," advirtiéndoles que violar fronteras es un crimen grave que les dejará récord permanente en la Interpol y en el país agraviado.

Pero el Estado mexicano no advertirá esto a los trabajadores pues sería autocortarse el cuello ya que simplemente no hay empleos en el país para retener a tanto trabajador. Mejor dejará que se conviertan en criminales al emigrar y dejará que los gobernantes sinvergüenzas sigan enriqueciéndose sin tener obligaciones hacia los gobernados.

Da pena decirlo, pero el Estado es el principal enemigo de los propios ciudadanos mexicanos.

Aquél que quiera mejorar su situación migratoria sin atenerse a otros puede buscar remedio ejecutando el ritual chino básico.

Éste es el ritual: sobre un billete de baja denominación escriba su nombre y fecha de nacimiento. Encima ponga el nombre del ``dios de las fronteras'' y sobre esto anote su petición. Puede pedir protección de o contra las autoridades, o para irse de polluelo, y hasta para cambiar al mismo gobierno, qué caray. Luego queme el billete frente a una vela. Repita el ritual las veces que lo necesite, una o mil.

EL "TERCER OJO" MILITAR:   El gobierno taimadamente utiliza a Televisa para acosar e interrogar públicamente a los arrestados pobres.

Lanzan a los televisos contra secuestradores arrestados que ya perdieron protección policíaca aún si yacen heridos en camas de hospital, contra humildes patrulleros sin palancas, y contra otros pillos menores. Sin embargo, respetan la privacidad de reos como Salinas, banqueros rateros, fiscales corruptos, y militares que ocasionan matanzas como en la Buenos Aíres.

Ya es burla suficiente al pueblo que las cámaras de Televisa adulen al presidente en sus giras evitando enseñar las condiciones espantosas de miseria en las que viven los visitados por la comitiva presidencial. Encima hostigan los televisos a los delincuentes pobres.

Y a pesar de que los sadistas reporteros interrogan estúpidamente a sospechosos infringiendo en el trabajo de las autoridades, los ``honorables'' juristas mexicanos no han sentido la necesidad de mencionar esta violación a los derechos de cualquier detenido. ¿Será que le temen a su patrón?

Tampoco ha habido abogados que digan que no es moral que un soso reportero televisivo (regularmente escogen a un tal Ortega, aparentemente el heredero de la escuelita y del dizque manto sagrado de Zabludovsky) le haga preguntas estúpidas a un sospechoso comatoso en un camastro sucio de hospital para darles atole con el dedo a los televidentes.

Televisa no hace nada gratis, así que a de cobrar pagar esto muy bien, pues todo lo que los poderosos hacen en secreto es siempre para su provecho colectivo. Desgraciadamente gobierno y televisos están cebados en manipular al pueblo y se ve difícil que cambien de táctica, pues les da magníficos resultados a los dos bandos.

Lo bueno es que al localizar un problema se solucionan cuando menos tres partes del mismo. Nomás falta el último empujón.

COSAS ODIOSAS:   JLP anda en líos con sus hijos de anterior matrimonio por la propiedad de una casa en Acapulco. Al principio del sainete se dijo que la "casita" (dicen que cuenta con treinta habitaciones, piscina y playa privada) es el producto de su "trabajo honrado."

Ahora resulta que el jacalito no se lo ganó con el sudor de su frente, sino que se lo regaló el ex líder petrolero apodado "la Quina" cuando JLP fue presidente. ¿Qué hizo JLP para merecer y aceptar tamaño "regalito"? ¿Y por qué los líderes sindicales tienen tanto poder económico que se dan el lujo de regalar mansiones que ni siquiera necesitan los agraciados? ¿A cambio de qué?

Mientras tanto, millones de mexicanos que trabajan de sol a sol (ésos si sudan la frente) padecen la falta de al menos un mísero cuarto para dar techo a sus hijos.

Dicen en China que "cuando un gobernante se retira pobre es que fue honesto en su trabajo." Esto no ocurre en México.

Indudablemente el trabajo, solamente el trabajo, no hace rico a nadie. Pregúntenle a MMH, a JLP, a CSG, a LEA, y a muchos exgobernadores y exministros que tienen cuantiosas fortunas personales amasadas como por arte de magia después de su paso por el poder político: ellos saben mucho de eso.

NUESTRO FÚTBOL:   Atrapados en la fiebre triunfalista después del espejismo de lo que hizo la selección en Francia, Hugol (de seguro ya es promotor) y los que se van a la cargada con tarugadas claman por la exportación de futbolistas mexicanos a Europa.

Hugol afirma, equivocadamente, que futbolistas fogueados en el viejo continente formarán una mejor selección mexicana. La prueba de que esta aseveración es un error es el mismo Hugol: fue aclamado en Europa, sí, pero nunca jugó bien en la selección.

Es más, sin Hugol jugaba mejor el tri. Cuando Hugo jugaba en el Real Madrid y venía de paseo decía que México no progresaba futbolísticamente pero cuando regresó a jugar aquí, fracasó.

Un "experto" en fútbol también se fue con la finta y afirmó en algún periódico capitalino que Hugol se hizo gran jugador en Europa. Mentira. Hugo ya era gran jugador cuando aterrizó en Europa y allá sólo le regatearon el reconocimiento. Si lo duda fíjese que para el Mundial de Francia Hugol trabajó con Televisa, no con Televisión Española. ¿No qué lo aman tanto en su ``segunda patria?''

En Europa nadie compra futbolistas para "hacerlos." Los compran por que ya están hechos, pero promotores vivales se aprovechan de la vanidad de los chicos y los convencen de dejar un equipo y buen sueldo en México e ir a la búsqueda de "gloria y reconocimiento."

Lo que hacen tales promotores es malbaratar a los jugadores y ellos embolsarse buenas cantidades de dinero. Si Hugo aceptó perder dinero inicialmente y arriesgarlo todo en busca de renombre en Europa, ésa fue su decisión, pues el buscaba fama más que dinero. Esto no quiere decir que otros también tengan que dejar familia y país para que les griten "mediocres" en España.

Además, la fama es efímera y dejar al país para darles gusto a los que les llenan de humo la cabeza y les dicen que los van a "internacionalizar" es una aberración. ¿Por qué creé usted que cuando Pelé estaba en su apogeo nunca jugó en el extranjero? Ya de viejo fue a explotar su nombre a USA. Ese jugador sí que es listo.

Difícil olvidar, en cambio, que a Maradona le rompieron un tobillo con una entrada brutal y que lo apalearon feamente los xenófobos aficionados del Barcelona en las afueras del Bernabéu, obligándolo a irse a Italia. Y al colombiano Rincón, que Valdano llevó al Real Madrid, le espetaban los socios merengues "fuera, Negro, vete a la jungla," oralmente y con pinturas sobre las paredes exteriores del estadio madrileño para que lo supiera todo el mundo. En cuanto al brasileño Juninho, le rompieron el tobillo en España y el salvaje que lo quebró no recibió ni un juego de castigo pues la víctima es extranjera.

Si Hugol fuera honesto nos diría que lo que sufrió y perdió a cambio de los pichichis no vale la pena. Pero aún si el lo considera justo, no es argumento para que otros "dejen camino por vereda."

A los que deberían mandar al extranjero son a los técnicos mexicanos. Ésos sí que necesitan que los "hagan," aunque ellos tengan que pagar. Ellos son el verdadero problema de la selección y del nivel inferior de juego en México.

Y ya que estamos en ésas, va siendo hora que Hugol deje de gritar que le "robaron" un mundial los federativos mexicanos. Los mundiales, contrariamente a lo que este hombre se imagina, no se hicieron para que únicamente el los juegue.

PARA MORIRSE DE RISA:   Cuando los gobernantes cometen actos violentos contra la ciudadanía y se sienten invulnerables al castigo de la justicia, exclaman que son ``los responsables.''

Así fue que GDO se declaró ``totalmente responsable'' de la Masacre de Tlatelolco, a sabiendas que no enfrentaría juicio por la misma.

Pero cuando sienten la lumbre en los aparejos, como fiscales y jefes policíacos torturadores mexicanos la sienten estos días, dicen que ellos `no sabían'' lo que hacían sus subordinados.

Y es que él que ya se ha quemado sabe lo peligroso de meter la mano al fuego, y él que ya ha pisado la cárcel niega los hechos aún con la evidencia frente a él.


* Master, Estrategia Militar China

E-mail: visionpf@direct.ca


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Copyright © 1998, Francisco J. Vargas