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Juan Pablo-2, el omni-avaricioso Papa polaco hoy calaca -sí, hasta los sacerdotes más déspotas y autoritarios tuercen eventualmente el rabo-, solía venir a México a pasar la charola y colectar personalmente cientos de millones de dólares. La dolariza era la mochada al Vaticano pagada por mercaderes y gobernantes gachupines que explotan México, a cambio de lavarle acuciosamente el cerebro a la indiada nacional.
Ah, qué viajes ésos, señor, qué viajes.
Sin duda usted recordará a la maloliente yunta presidencial, Marta-y-Fox, pitorreándose abiertamente de las leyes mexicanas en cuestiones protocolarias religiosas, hincándose patética y truculentamente frente al Papa para besarle amorosamente la mano. No porque el par de pillos sean muy religiosos -ella y él son espanholes judíos ladrones de los dinares del pueblo-, sino para dar a la indiada la impresión de que si Fox inclinaba su cornamenta real ante Juan Pablo, entonces también podían hacerlo felizmente los de abajo.
La Rata Marta llegó incluso a perpetrar impunemente el grosero teatrito de ponerse de pie y besarles reverencialmente la mano a todos los jerarcas vaticanos que hicieron fila india frente a ella como si tuviera puesto de tamales. Y ningún medio de (in)comunicación -no se diga autoridad- criticó tal barbaridad política. El miedo no anda en burro. Después de todo, lo que sea bueno para los gachupines de Televi$a lo es para los demás medios, aunque algunos "politólogos" amateurs alegan que "no es cierto que el Cuarto Poder tenga poder." Porque al menos en México, ya lo vimos con la Ley Televi$a, el cuarto poder tiene más poder que los restantes tres poderes. Por algo el nuevo pontífice ya quiere también echarse sus vueltecitas a México a arengar nacos. Nada pendejo, ¿eh?
En fin. Los papas, todo mundo lo sabe, son maravillosa "casta divina" de explotadores y los viajecitos de Juan Pablo Dos, por ser parte de la propaganda religiosa católica, eran pagados inicialmente por los banqueros ladinos. Pero como era de esperarse, finalmente nos los facturaron a nosotros a través del monumental atraco gubernamental a la nación (obra y gracia del entonces presidente, el judío Ernesto Zedillo) llamado Fobaproa. Andando y meando, el diligente jefe pontificio de la religión más explotadora del mundo aprovechaba la inmejorable ocasión de sus viajes para crear en corto más tarugos religiosos incentivándonos a gritos: ¡Mexicanos, es bueno ser pobre! Y los alaridos de placer de la indiada retumbaban en suelo mexicano para vergüenza de ellos mismos y de nuestros antepasados. Bendito sea dios. Ante tamaña demostración de estupidez religiosa, ¿que se puede hacer?
Desde luego usted es listo y ya habrá notado los fuertes vínculos entre Televi$a y el Vaticano, pues la simbiosis gachupines-vaticanos tiene cinco siglos de historia en México. El principal propagador de propaganda vaticana disfrazada de "periodismo," el Muñeco televiso Joaquín López Dóriga, alega ahora que dizque una foto de un supuesto "milagro" será suficiente para iniciar la canonización del difunto pontífice explotador. Ja, ja, ja. López Dóriga sustenta su propaganda religiosa entrevistando durante las Pascuas a jerarcas católicos gachupines nacidos en México -no hay en esa élite indígenas ni mestizos mexicanos- para que nos cuenten mentiras religiosas con la mayor cachaza del mundo. Televi$a, ya sabemos, intensifica su propaganda religiosa en semana santa. Pero los principios chinos de religión aseguran lo siguiente: El destino de sacerdotes venales, de cualquier religión, es pudrirse en el Infierno. A Juan Pablo 2 lo han de tener amarrado a un horno para rostizar pollos dándole vuelta día y noche. No merece menos el pillo, y solamente al mentalmente destartalado López Dóriga se le ocurre tratar de vendérnoslo como santo.
Pero si yo hubiera sido presidente durante las visitas del Juan Pablo Two a México -con las actuales atribuciones de los presidentes mexicanos con poder absoluto de vida y muerte sobre mexicanos y extranjeros-, hubiera mandado fusilar al materialista pontífice por el alevoso crimen de engaño religioso a las masas. Porque decirle a los pobres que es bueno vivir en la mierda, es crimen de los peores.
Pero antes de que alguien me diga intolerante, explicaré mis razones.
Quinientos años de ocupación militar espanhola, la racista propaganda de Estado, el encubrimiento de medios de (in)comunicación, la criminal educación pública, y la constante presión de los obispos sobre la indiada para tenernos hincados, han rendido frutos y México es por fin glorioso país de imbéciles incapaces de distinguir entre lo correcto y lo incorrecto. (¿Por qué creé usted que la mexicanada marcha alegremente por las calles en Gringolandia exigiendo "sus [inexistentes] derechos" de inmigrantes ilegales con el apoyo de la Igle$ia, pero en su propio país -que es donde deberían hacerlo- jamás han levantado la voz contra la feroz explotación gachupina exigiendo lo que efectivamente serían sus derechos? Se pasan de buena gente los gringos -¿por qué?- aguantando tamaña barbaridad, pues en México jamás se ha tolerado que la ciudadanía no-ladina exija nada, y cuando lo han intentado el genocida y traidor al pueblo ejército mexicano masacra sin piedad a los manifestantes.)
Los pobres nunca se acabarán, ciertamente, ni las hambrunas, lo cual no es necesaria ni totalmente culpa de gobiernos y religiones. Pobres y hambreados los hay hasta en países primermundistas. Pero eso sí: Es obligación gubernamental y religiosa en todas partes ayudarlos los más posible. El imperdonable crimen aquí estriba en que el Gobierno mexicano lava a propósito el cerebro a los más necesitados, a través de malignos obispos y malos maestros de escuela, haciéndolos creer falsamente que estar jodido es deseable. Todo por evitar alzamientos de los conquistados y trabas políticas en el incesante robo espanhol al país.
Porque si vivir en la miseria fuera bueno -sabemos que no lo es-, ¿cómo es entonces que vaticanos y gobernantes viven en la riqueza -robada a los pobres en ambos casos- más insultante? Ellos buscan comprar los mejores lujos que el dinero en abundancia les pueda proporcionar, diciéndonos con su conducta que no hacen lo que nos predican. Nos mienten, pues. Lo peor es que las víctimas del lavado de cerebro religioso y gubernamental no alcanzamos a distinguir por nosotros mismos entre la verdad y la mentira. Siempre necesitamos que alguien nos lo diga...y luego no lo creemos. A nosotros nos gusta hincarnos, besar la mano de los perversos vaticanos, confesarnos, golpearnos el pecho y votar por el próximo presidente ladino explotador esperando -inútilmente, cual novias de pueblo- que nos cumpla sus falsas promesas y mejore nuestras vidas.
(Golpearse el pecho, por cierto, es principio chino que los misioneros católicos se trajeron de por allá y tergiversaron a su conveniencia. Resulta que en la antigua China cuando un testigo iba a rendir declaración ante el juez, éste le ordenaba que se golpeara tres veces el pecho con el puño derecho para concentrarse y examinara su propia conciencia sobre si su declaración iba a ser honesta, de lo contrario se le pedía que mejor guardara silencio. Los obispos utilizan tan excelente principio en nosotros, pero para hacernos sentir culpables de que supuestamente hayan crucificado hace siglos a un judío religiosamente en Oriente Medio. ¿Y yo por qué, pues?)
Es ventajoso para el Gobierno de ocupación en México que la indiada sea ignorante y pobre, porque así nunca habrá dinero suficiente para protestar militarmente contra la Conquista y su resultante explotación de mexicanos (que cada día está peor mientras los banqueros y gobernantes espanholes se hacen proporcionalmente más mas ricos chupando sangre de los nativos). Al decirnos gobernantes y obispos que "es bueno ser pobre" utilizan ambos la religión como arma represora que mata la iniciativa personal en los no-ladinos. Y sin iniciativa, lo sabemos todos, es imposible salir de la pobreza o mantener la riqueza. Precisamente por eso fue fácil para el Alacrán Güero Fox robar las pensiones de los trabajadores mexicanos sin que nadie marchara sobre Los Pinos a colgar funcionarios criminales. Esa babosada cristiana de que "los pobres entran al Cielo más rápido que los ricos" es crimen digno de paredón.
Sí. Porque la riqueza no viene de trabajar duro. Si el trabajo duro fuera fuente de riqueza, los esclavos de todas partes y los campesinos y obreros mexicanos fueran millonarios. En cambio, gobernantes y obispos se enriquecen descomunalmente utilizando los primeros la pluma, y los segundos la cruz. Y ninguno de esos pillos tiene las manos encallecidas por manejar el arado, la pala, el pico. Pero también es posible hacer fortuna trabajando normalmente sin robar a nadie, nomás hay que utilizar el cerebro. Porque esta forma de hacer dinero es la única que no trae consigo desgracias. Por ejemplo. ¿De qué les servirán a los funcionarios panistas-foxistas, a los legisladores y ministros sus fortunas que nos han robado, si se van tocados por los rituales chinos? Pronto se darán cuenta que vivían mejor cuando tenían menos dinero pero sin estar tocados por las terribles peticiones del meteorito rojo.
La riqueza viene, primero, de estar consciente de las etapas que tenemos los humanos para hacer dinero, y luego de los métodos para hacerlo.
Lo que Igle$ia y Gobierno callan para evitar una mexicanada rica y rijosa, son los cinco principios elementales del dinero -tiempo, espacio, alquimia, causa y efecto- que judíos y vaticanos aprendieron en china durante los últimos dos mil años y fracción. Porque en China todo mundo sabe, por ejemplo, que el hombre tiene tiempo limitado para hacer fortuna. Pero en ese país el gobierno no es enemigo del pueblo, tampoco la religión. Por eso China va que vuela a ser la mayor economía del mundo: Sus ciudadanos están preparados para manejar dinero en pequeñas y grandes cantidades por igual porque saben y entienden los principios del dinero. Recordemos que fueron los chinos quienes inventaron hace casi un milenio el papel moneda, invento que disparó el nivel de negocios a gran escala primero en China y luego en el mundo. Algo sabrán los chinos entonces sobre principios de dinero.
Ejemplo: Dicen en China que si dividimos el tiempo de vida en tres, vemos que las dos primeras etapas son la solución a los problemas de dinero que todo mundo tiene y tendrá en la última etapa de vida. Si Igle$ia y Gobierno distraen a la gente en esas dos etapas cruciales, sucede lo que vemos hoy día en México: Calles atestadas de gente pobre de todas las edades sin rumbo económico definido, individuos sin porvenir económico y totalmente ciegos al hecho de que los culpables de su pobreza son precisamente quienes debieron guiarlos hacia la bonanza económica. Su futuro es envejecer y entonces echarse a la calle con una caja de cartón llena con churros al hombro para agenciarse unos cuantos dólares.
O sea, la indiada desperdicia el tiempo crucial para hacer dinero, pues hay una ventana precisa de edad para hacer dinero, y otra para gastarlo.
Si los charros negros -curas jineteadores de tarugos- nos predican que ser pobres es bueno, están literalmente arruinando la vida de todos los que les hagan caso, y de sus familias también, al perder el precioso factor tiempo. Eso es bueno para que el Gobierno no se preocupe de levantamientos armados, pero es letal para el estilo de vida de la mexicanada en general. Es, entonces, crimen digno de fusilamiento sumario puesto que debilita a la patria al limitar a los mexicanos. Y ya sabemos que delitos de traición a la patria son delitos capitales.
El factor alquimia china sirve, sobre todo, para que la persona entienda al cien por ciento el principio alquimista universal que advierte: Como es arriba es abajo. Por eso dicen los alquimistas en China: Para tener éxito económico instantáneo, es menester entender a fondo el significado de la vida. Es decir del orden universal. Ignorar tal principio es la maldición de los pobres, pero también de los ricos pues no lo serán por mucho tiempo. Cuando yo era niño tuve un tío bastante coco para el dinero y acumuló más ganado del que jamás he visto en mi vida. Sin embargo, no aguantó una calamidad que lo dejó literalmente a pie en cuestión de días. El problema no era la calamidad, sino que no supo el principio mencionado.
Hacer dinero es un arte y hay que saber los principios del método. Déme un grupo de indígenas sin la menor idea de cómo hacerse ricos, y en tres meses se los tengo camino a la riqueza. Pero eso es precisamente lo que más temen gobernantes y obispos, pues perderían el control sobre los explotados. En México no es conveniente para la clase gobernante ladina que indígenas y mestizos sean ricos. Por eso El Alacrán Güero Fox está metiendo impunemente mano a las reservas de divisas, robándoselas y empleándolas para tapar sus robos en diferentes dependencias. Dice que ya pagó por adelantado los intereses del Fobaproa, que está dejando "blindado" al gobierno entrante, y más babosadas de ese tipo. Las reservas, sin embargo, no son para que el presidente disponga de ellas como se le antoje. Pero por ser México país ocupado militarmente por Espanha, el presidente puede hacer lo que quiera sin ningún tipo de contrapeso, así que puede robarse lo que quiera. Lo que es todavía más secreto es que la intención no viene de Fox, sino del Imperio del Mal: Se trata de agotar las reservas de divisas para que al quedar sin apoyo el peso, provoque una devaluación -efecto inmediato- que hará todavía más ricos a los funcionarios foxistas que ya se están preparando para especular con la moneda mexicana, y hará más pobres todavía a los mexicanos. No se nos vaya a ocurrir rebelarnos contra los conquistadores gachupines.
Acuérdese dónde lo oyó primero, y no le crea nada al maligno Fox, ni a los legisladores ladrones, ni a los magistrados encubridores. Mucho menos a los obispos o a los candidatos a la presidencia, pues todos ellos están inmiscuidos a sabiendas en el crimen de la próxima devaluación.
Lo dicho por Juan Pablo 2 todavía aplica: Mexicaaaanos, es bueeeeno ser poooobres. Y la mexicanada histérica de alegría. A lo peor se merece el canijo que lo hagan santo como quiere López Dóriga, ¿verdad?
Juar, juar, juar.
Yo quemo una petición del meteorito rojo, mi compadre quema otra, así que ya tenemos dos, y mensualmente necesitamos solamente un oficiante más -Uno Solamente- para hacer al menos un triángulo esotérico y mantener activa la rueda de los desquites contra los enemigos de los mexicanos. Tarde o temprano, así nos tome un siglo, llegaremos al número que mantenga las peticiones del meteorito rojo en movimiento perpetuo.
Afortunadamente, al final de cada mes tenemos actualmente como cuatrocientos oficiantes en total que bajan las peticiones del meteorito rojo, más un número indeterminado a quienes esas mismas peticiones se distribuyen a través del correo electrónico por los lectores de esta columna. Es decir, ya somos un ejército de hacedores de rituales chinos. Chico o grande, pero somos un ejército invulnerable, invisible y anónimo. Los ladinos, obispos y rabinos no podrán tocarnos metafísicamente ni aunque sigan asesinando a diario niñas mexicanas para sus trabajos de magia negra contra los mexicanos nativos.
Yo pre-magnetizo personalmente cada una de las peticiones del meteorito rojo y no hay manera de que nadie las neutralice. Este temible ejército metafísico seguirá creciendo día a día. La cosa se va a poner mejor para nosotros, y peor para los chupa-sangre. Se lo garantizo yo.
Para órdenes y/o informes, comunicarse por correo electrónico a visionpf@direct.ca.
* Master, Estrategia Militar China
E-mail: visionpf@direct.ca
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