Reflejos en un Espejo Chino

* Francisco J. Vargas


Columna #278: Durmiendo Con El Tigre Blanco

A veces, Del plato a la boca se cae la sopa. Los anales militares demuestran que la victoria de un ejército débil sobre otro más fuerte es menos raro de lo que se creé. Acuérdese de lo que pasó en Cuba con Castro. En China, el triunfo del Ejército Rojo de Mao Tse-tung (mal armado y alimentado) sobre el comparativamente más poderoso Ejercito Blanco (portentosamente armado y mejor alimentado) del nacionalista Kuomintang es de contra-lógica militar. Otro ejemplo es Vietnam, donde por cada soldado americano muerto morían veinte vietnamitas...y aún así perdieron esa guerra los güeros con todo y disponer de mucho mejor armamento y mayores recursos económicos y humanos. (Menciono estos casos militares atípicos, por ser bien conocidos.) Sucede que en Cuba y China, al igual que en Vietnam, dentro del marco de imposibilidades militares surgió lo supuestamente imposible: Milagros.

"Milagro, o voluntad del Cielo," es otra expresión del cliché militar "factor-X," lo inesperado que cambia definitivamente el rumbo de una guerra aparentemente perdida. En China y en Vietnam ese temible factor fue la guerrilla china, método militar con cinco mil años de antigüedad pero utilizado esporádicamente desde tiempos del Emperador Amarillo. Al menos hasta que lo desempolvó el líder comunista Mao Tse-tung y sin buscarlo lo popularizó mundialmente.

Con diferentes nombres, la guerrilla como concepto es utilizada en todas partes, pero no siempre basada en la naturaleza y en principios de la vida diaria como la guerrilla china, método cubierto por el velo del misterio al grado que expertos militares occidentales en China y en Vietnam fueron incapaces de descifrarla a tiempo para evitar la debacle. Precisamente hoy vemos el resurgimiento de la temida guerra civil y por consiguiente de la guerrilla nacional en Irak, y tampoco ahí se ve que la tengan fácil los militares occidentales. Desde luego, algún soldado con botas y lentes para el sol Gucci, recargado en su ametralladora último modelo con mirilla infrarroja para visión nocturna rezongará: "Pues yo no le veo mucha gracia a esconderse en el cerro descalzo y sin alimentos, con una docena de palitos afilados y un cuchillo cebollero." Y la lógica dirá que tiene razón, especialmente en estos tiempos de maravillosa tecnología militar satelital y armamento bélico de punta (para quien pueda pagarlo).

Pero aunque usted no lo crea, en Vietnam hubo incontables soldados extranjeros cargados con el mejor equipo bélico del mundo, masticando sabrosos chocolates y transportados cómodamente en poderosos y gigantescos helicópteros (helicoteros, insistía mi necio compañerito de aula en los apacibles días de mi infancia) que murieron al meter su lustrosa bota en un hoyo abierto por aquéllos semi-encuerados guerrilleros vietnamitas sin dinero ni equipo, quienes tapizaban tales trampas únicamente con afiladas varitas de bambú con las puntas embarradas con caca humana. Las heridas causadas en las piernas de los militares eran prácticamente rasguños, pero la infección provocada por el excremento en el cuerpo de la víctima era peor que la gangrena...y de ahí al panteón. Técnicas bélicas modernas y técnicas bélicas antiguas enfrentadas, pero las más primitivas resultaban mejor. ¿Cómo está eso? Y lo más peligroso, ¿cuántos miles de tácticas similares de guerrilla china hay?

A saber.

Porque la amenaza de la guerrilla china, que no por antigua es fácil de descifrar sin la guía de un maestro calificado, es que sus tácticas dependen exclusivamente de la creatividad individual de quienes las llevan a cabo. Aunque la guerrilla china es por necesidad parte inseparable del ejército, sus miembros son principalmente campesinos y obreros sin entrenamiento ni uniforme militar convencional. Sus mejores armas son su nacionalismo y su ingenio, más la habilidad para memorizar principios e instrucciones de sus superiores. Los tiempos también cambian en cuestiones bélicas, desde luego, pero los principios de la guerrilla son clásicos. Es decir, perduran por ser totalmente defensivos pues son, digamos ya que estamos en eso de las tácticas milenarias, lo opuesto a los principios militares manejados por Sun Tzu. No digo que Sun Tzu no sabía técnicas de guerrilla física y metafísica, pues algo menciona de esoterismo taoísta en su manual, pero escribió menos de lo que hubiéramos querido que dijera.

Actualmente, el método metafísico de los meteoritos rojos, parte del sistema de la Escuela de Estrategia Militar China del Meteorito Rojo, emplea tácticas militares de guerrilla metafísica. El oficiante experimenta las ventajas del anonimato al quemar peticiones contra quien guste y sin necesidad de confrontarse físicamente con nadie. Esto es estrategia militar china del siglo XXI y permite que las victorias individuales, militares o nacionales sean tan inexplicables para los derrotados, como impredecibles. En realidad, los efectos visibles de los rituales chinos son engañosos al grado que ninguna persona versada en metafísica occidental podría detectar cuando un gobierno o ejército están bajo el invisible asedio de los meteoritos rojos, ya que no hay por acá precedentes en la materia. Sin referencias es imposible descifrar los alcances de problemas metafísicos extraños, mucho menos saber cómo neutralizarlos.

(Apropos: Pregunta un lector si los obispos podrían "rebotarnos las peticiones del meteorito rojo cambiándole el destinatario a cada petición." Imposible, mi pequeño saltamontes. Maromas de gusto dieran si fuera posible tal cosa. No dudo que lo intenten, claro, pues son medio tarugos y al hacerlo agravarían el impacto sobre ellos mismos. Pero sucede que las peticiones están cuidadosamente hechas y magnetizadas por mí para moverse en una sola dirección: Sobre los enemigos. Es como si usted circulara por la carretera, diseñada para mover vehículos al frente, y quisiera hacerlo de reversa. Solamente invitaría un accidente. Se puede cambiar el destinatario de las peticiones quemadas, por supuesto, pero solamente si es para pegarle a otra persona, país o institución maligna, no para regresárselas a quienes la queman. Imagínese agarrando con la mano un misil disparado, o un bazucaso, y regresarlo por donde vino. Nomás no hay manera de hacerlo.)

En el México actual, los rituales chinos son el "factor-X" en el conflicto entre gachupines y no-ladinos por la liberación de México. Es el mismo conflicto mundial e histórico entre explotados y explotadores pero transportado a este siglo. Lo nuevo es que los no-ladinos tenemos entre manos el precioso método de metafísica china, invisible e invencible. Eso permite hacer y colocar un campo de batalla metafísico donde sea, sin fronteras y sin forma, sin uniformes ni presencia física de soldados. Mucho menos son necesarios rangos militares o académicos. Aquí no hay radares, ni satélites, ni infrarrojos que detecten rituales. Ésta, la guerrilla del futuro, toma control de lo que sea, donde sea, y cuando sea. Para las peticiones del meteorito rojo, sencillamente, no se pone nunca el sol. Si los conquistadores ibéricos en México son diez millones, indígenas y mestizos sumamos cien millones, más los rituales chinos, y de pilón la razón está de nuestro lado. Ladinos y no-ladinos tenemos nuestras propias y diferentes tácticas, así que el Cielo decidirá al ganador y al perdedor. Como dicen los muchachitos picosos, A ver de cuál cuero salen más correas.

Pero un ejército (visible o invisible), de cualquier país, será siempre victorioso si el tiempo es el correcto para expulsar invasores. Si las cerezas están maduras, pues. Mejor aún: Los no-ladinos somos superiores a los conquistadores no sólo en número, sino también en ingenio. De manera que tendrán que regresarse a su madre patria, pues en México ya no hay cabida para ellos.

Atenazados por el terror de la cercana derrota, los ladinos se resisten a poner su situación militar en la perspectiva correcta y prefieren seguir cantando y robando para darse valor, como si nada pasara. Les daré entonces otro empujoncito para que visualicen lo que metafísicamente se les viene encima y corran a evitarlo...si pueden: La metafísica militar china contiene, entre muchos otros, un principio extremadamente efectivo no solamente para abatir países, o individuos como líderes políticos o empresariales, sino también para sacar de raíz, literalmente, a un ejército invasor. El principio se llama, Dispersando osamentas de los enemigos para disolver su energía Chi.

Este espeluznante principio de metafísica china perteneciente a la rama llamada feng shui ("viento y lluvia"), ataca metafísicamente para extinguir la energía Chi de enemigos debilitándolos en extremo. Es decir, se utiliza la naturaleza misma, la más devastadora arma que existe en el planeta. (Mientras científicos confusos andan ocupados diseñando armas químicas para dañar la atmósfera sobre el enemigo, sin darse cuenta que solamente se están dando ellos solos tiros en el culo pues al poco tiempo las consecuencias climáticas los alcanzarán también a ellos, los chinos de hace milenios ya podían manejar la fuerza universal a través de la física [perdonará usted que no le diga cómo] y de la metafísica.) Además, aunque este venenosísimo método para arruinar poderosos desparramando las osamentas de sus ancestros es fácil de saber y hacer, lo difícil es adquirir el antídoto metafísico para recuperar la vertical después de sufrir este tipo de ataque.

Es como en la anécdota china de La puta y el cerillo.

¿No se la sabe? Entonces sígame, porque entonces nadie más que yo le puede dar la respuesta. Aconteció hace siglos en humilde callejón de una ciudad en la China. Un gritón anunciaba a los peatones que por ahí pasaban, la ganga del día: Por un dólar se podía tener sexo con "hermosa" prostituta. Caray, Hasta el Diablo gusta de las rebajas, ¿verdad? De manera que los clientes hacían cola desde la puerta al fondo del callejón hasta la calle principal. Cada cliente con boleto pagado entraba a un cuarto totalmente oscuro donde nada era visible, y solamente la dulce voz de la mujer guiaba a los románticos al catre donde descansaba. Una vez que el cliente satisfecho abandonaba el cuarto, ya estaba otro ganoso entrando con los pantalones en la mano. Pero éal que salía era solícitamente abordado por el vendedor con un cerillo en la mano y una oferta tentadora: Por el precio de diez dólares podía comprar el cerillo y encenderlo en el cuarto oscuro para ver la cara de lo que se acababa "de echar," dijera el gobernador de Puebla, Marín. Y en verdad os digo, hacían falta más güevos para comprar el cerillo que para echarse a ciegas a la puta del callejón.

Bien. Dado que nuestros científicos andan en la edad de piedra respecto a los secretos de la naturaleza, y los obispos son criminales religiosos asociados a los genocidas gobernantes, acá no tenemos idea de nada realmente importante en cuestiones de metafísica. Sépanlo todos entonces: La energía Chi es el origen ilimitado de todas las cosas. Los chinos de hace siete milenios, maravillados por la profundidad del concepto que tal energía representa, no se atrevieron a ponerle nombre pues ninguno lo explicaría a totalidad y simplemente le llamaron Tao (o Dios, si usted prefiere). El universo tiene su energía Chi, La Tierra tiene la suya, el hombre tiene la suya, el Cielo y el Infierno tienen la suya. Por eso dicen los filósofos y religiosos chinos: "La energía Chi se encuentra en el Cielo y en la Tierra, en el Sol, en la Luna, en las plantas, en los animales, en la naturaleza toda. Se encuentra hasta en el excremento humano. Es decir, EN TODO LUGAR, pues el origen de la energía que crea todo dentro y fuera del universo es "Uno."

La energía Chi fluyendo correctamente hace que las estaciones del año se mantengan en el orden conocido, que la Tierra gire sin contratiempos y también que el cuerpo humano esté sano y fuerte. Cuando un país, institución o persona progresa, es porque su energía Chi está fuerte. Cuando todo funciona mal, es porque el flujo de su fuerza vital está alterado. Los chinos encontraron muchas formas físicas y metafísicas para alterar el flujo de la energía Chi. La acupuntura es una forma física de manipular la fuerza interna en el hombre. La metafísica es un sistema invisible para lograr lo mismo, por eso se utiliza para operaciones militares a gran escala con tácticas como la mencionada, destruyendo la energía Chi de los enemigos al excavar las tumbas de los ancestros de los enemigos, desparramando sus huesos al aire libre. Este principio está descrito en la Profecía 33 de mi libro Chinese Military Prophecies.

Cortar abruptamente o de tajo el cordón espiritual que une a los ancestros con sus hijos vivos destroza inmediatamente el progreso de estos últimos en sus planes terrenales -militares, civiles, económicos, académicos... No en balde el emperador aquél que construyó la muralla china (el de las estatuas de soldados de tamaño natural que pasean los chinos por los museos del mundo) mandó construir nada menos que setenta y dos tumbas, en aras de que sus enemigos no encontraran su osamenta y arruinaran a sus descendientes. Lo malo es que, en mi opinión, de todas maneras encontraron su osamenta y la desparramaron, pues la dinastía que él fundó no duró muchos años después de su muerte, de manera que esa tumba que excavan actualmente probablemente no contenga los restos de tal emperador. De entonces a la fecha, muchas más tácticas metafísicas al respecto han sido desarrolladas y ya no hay necesidad de construir muchas tumbas, pues hay sofisticados métodos modernos para proteger los restos de los ancestros.

Poca gente sabe que como los misioneros católicos espanholes ya habían viajado a China antes de la Conquista de México, liderada por el animal vestido ladino Hernán Cortés, este maldito gachupín traía consigo no solamente el manual militar de Sun Tzu -muchas de sus batallas contra los indígenas mexicanos son idénticas a las descritas por el estratega chino-, sino también la táctica china de metafísica militar para esconder de sus enemigos los cuerpos de personas militarmente importantes. Cortés, con la ayuda de los obispos, destruyó sistemáticamente todas las tumbas de los ancestros de jerarcas indígenas para darles en la madre más pronto, y a la vez escondió muy bien la suya. Todavía no sabemos en dónde exactamente está la tumba de ese chacal espanhol, pero está definitivamente en México (ya la encontraremos, ya la encontraremos, y desparramaremos sus huesos echándoselos a los perros de basurero para ponernos a mano con la gachupinada que explota México). De seguro la osamenta de Cortés está en alguna iglesia católica, pues ahí acostumbran esconder los gachupines en México sus detestables despojos, asustando los obispos a la indiada con el espantajo del "sacrilegio" para que no destruyan esas construcciones.

Huelga agregar que si se diera en México el hipotético caso de que la indiada se diera a buscar en cada villorio, pueblo y ciudad de México las tumbas de los gachupines más importantes que haya en su cementerio local y desparramaran sus huesos -especialmente los de genocidas como LEA, GDO, MMH, CSG, y marranos militaretes que los acompañan- y los quemaran con gasolina, la ocupación militar espanhola se desvanecería como por arte de magia en menos de una década, acabando de raíz con la fuerza esotérica que los ladinos tienen y que apoyan además con rituales de magia negra utilizando sacrificios humanos como ocurre con las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez. Mejor aún. Si se juntaran la quema de peticiones del meteorito rojo y la excavación de osamentas de conquistadores, teóricamente no habría necesidad de disparar ni de elecciones para que los verdaderos dueños de México, los indígenas y mestizos mexicanos, recuperen el país.

(Para mí es ridículo oír de terroristas y guerrillas volando en pedazos a sus enemigos, y hasta oír de rancherías mexicanas donde familias enteras se acaban a balazos por la muerte violenta de alguien a manos de otra familia. Si supieran que con excavar y desparramar las osamentas de los ancestros bastaría para destruir oponentes sin necesidad de violencia, se caerían de espaldas. Por eso dicen en China: La venganza es platillo que sabe mejor frío. Y no hay nada más frío que las osamentas de los ancestros de los enemigos. Ya sea por venganza personal, institucional o nacional, esta táctica es sorprendentemente efectiva, nomás no se dejen lavar el cerebro por los convenencieros obispos cuya labor es proteger empresarios y gobernantes ladinos. En otra ocasión le explicaré cómo se puede alcanzar el mismo objetivo pero destruyendo esta vez la energía Chi, directamente de los enemigos vivos sin necesidad de rituales ni de ensuciarse las manos excavando tumbas.)

Habrá escépticos sobre lo que digo, pues la propaganda ladina televisada y los malignos obispos empezarán a decirle a la indiada que excavar osamentas de los opresores judíos son "supersticiones," pero déjeme decirle que en Gringolandia, el maravilloso reino de la ciencia y la tecnología, creen en este principio a pies juntillas desde que publiqué el libro Chinese Military Prophecies hace quince años. Tanto así, que los enemigos políticos del entonces presidente Bill Clinton excavaron la tumba del padre y desparramaron sus huesos alrededor de la tumba. ¿Resultado? De entonces a la fecha, por no tener el antídoto a la mano, Clinton no ha podido ver la suya pues le afectaron fea y metafísicamente su energía Chi.

Pero hay algo más reciente ocurrido en Irak sobre este método de metafísica china militar. Resulta que Saddam Hussein, el dictador musulmán derrocado y capturado por los gringos después de la invasión a Irak, está bajo juicio desde octubre19, 2005 (junto con siete de sus cómplices) en un Tribunal Especial. Las fuerzas militares de ocupación los acusan del violento asesinato de centenar y medio de habitantes de un villorio, Dujail, lugar donde hubo un frustrado intento de asesinato sobre Saddam en 1995. Como suele ocurrir en tales ejecuciones sumarias a manos de gatilleros enmascarados, entre los ejecutados había niños y adolescentes.

Naturalmente, el juicio ha sido un circo de tres pistas. Los abogados del ex-hombre fuerte en Irak han sido fuertemente hostigados: Dos de los defensores han sido asesinados por pistoleros enmascarados-, otros fueron secuestrados, otros heridos de bala, otros han renunciado en masa por los ataques, y varios más mejor huyeron del país. ¿Se acuerda del reinado en México del criminal generalete verde y Procurador (m)Acedo de la Concha, cuando asesinos militares enmascarados asesinaban impunemente en la calle a abogados de narcos? Pues igualito.

Imagínese entonces al gobierno en Irak tratando de juzgar a un violento dictador asesino de masas como Saddam en su propia tierra, con miles de testigos, abogados y juristas de tres grupos étnicos en pugna confrontados entre sí, y de pilón con el acusado entrando y saliendo del juzgado con el Corán bajo el brazo e insistiendo que todavía es el presidente del país. Para volverse loco, ¿eh? El carnaval judicial ha sido colorido porque Saddam constantemente interrumpía los procedimientos del Tribunal lanzando insultos y arengas contra los jueces, alegando que ellos no podían juzgar a su superior, o sea a él. Así como se lo cuento transcurrieron cuatro meses de desgarriate judicial enmedio de asesinatos, secuestros, exilios voluntarios, y enfrentamientos entre seguidores y enemigos de Saddam.

Ufff.

Obviamente las cosas no estaban saliendo como las planearon los juzgadores de Saddam, aunque está claro que el genocida está hundido. Y no salían la cosas hasta que al parecer las fuerzas de ocupación se acordaron de la Profecía 33 de mi libro. Porque de repente y apresuradamente "alguien" se dio a la tarea de investigar donde estaban enterrados los restos de los ancestros del dictador. Y encontraron que Saddam había construido en territorio suní al norte de Bagdad, en 2002, una mezquita sobre la tumba de su padre. Es decir, un año antes de la invasión gringa a Irak. Ahí, en la ciudad de Tikrit, los habitantes acostumbraban rezar en ese pequeño templo musulmán que cubría la osamenta del dictador. Como si se tratara de encubrir lo que vendría, algo normal en países ocupados militarmente, en los últimos meses sucedieron explosiones extrañas en templos chiítas. Especialmente la que ocurrió en Samarra, donde el mausoleo de Alí Al Hadi, importante imam chiíta, fue volado en pedazos con explosivos. Ese ataque fue atribuido, quizás falsamente, a gente leal al depuesto presidente. De manera que nadie se sorprendió cuando a finales de la última semana de febrero de este año y aparentemente en represalia, dinamitaron a tempranas horas de la mañana la mezquita-tumba del padre de Saddam. Exactamente horas antes de que su juicio se resumiera después del fin de semana. Y ¡oh! sorpresa, aquí viene lo mejor: Para cuando Saddam se presentó ante el Tribunal para las sesiones de descargos de pruebas en la primera semana de marzo, misteriosamente su actitud había cambiado totalmente. Ya no fue más el supuesto líder de masas bravucón y retador, sino un prisionero dócil, humilde y sin ganas de insultar ni argumentar con nadie, mucho menos con el juez principal como era su costumbre hasta días antes de la misteriosa explosión que desparramó violentamente los huesos de su padre varios metros a la redonda. Lo raro es que también sus siete cómplices llegaron extrañamente sumisos y sin demandar como antes la remoción del juez para alargar el juicio, lo que nos lleva a pensar que las tumbas ancestrales de los cómplices de Saddam también fueron reventadas con cargas explosivas. Es decir, les "mataron" a todos ellos su energía Chi y por eso llegaron derrotados de antemano a su juicio. Eso quiere decir que los seguidores de Saddam se entumieron y no se adelantaron a tronar las tumbas de los ancestros de los magistrados. Si no, otro gallo le cantaría ahorita a la pandilla de Saddam.

Conclusión: Para defenderse de invasiones es necesario hacer valer la habilidad y fuerza del hombre sobre el hombre, aunque ocasionalmente todo dependa de los deseos del Cielo.

Eso sí: Gane quien gane una guerra, según la estrategia militar china, Dos tigres no pueden co-existir en una montaña. Basta con un rey, emperador o presidente para gobernar, y el bando perdedor tiene que aceptar la superioridad del ganador o morir en el conflicto. No hay de otra, pues el poder no se puede compartir y menos dividir entre dos facciones: Uno tiene que convertirse por la fuerza en la sombra del más capaz física o intelectualmente. Eso quiere decir que en México nomás hay lugar para un rey, para un tigre. Porque desde que los espanholes invadieron México siempre han habido dos tigres, ya que los chacales ibéricos no nos pudieron exterminar. Lo que pasa es que Cuando un enemigo es fuerte, el oponente por fuerza empequeñece. Pero siempre ha dormido con nosotros el tigre gachupín, pues estamos vivos y no le queda de otra. Lo que pasa es que ya crecimos los indígenas y mestizos lo suficiente para erigirnos voz en cuello en el otro rey de México: En el temido Tigre Blanco militar. Y en esta montaña ya no hay lugar para un tigre ladino avejentado, pues siempre ha sido nuestra montaña aunque no habíamos podido reclamarla por la fuerza militar o metafísica. Si no quieren los judíos en el poder escuchar nuestros pasos, ese es su problema. Pero dicen los principios chinos de estrategia: Cuando el Tigre Blanco Camina, la Montaña Tiembla. Nuestra montaña, porque aquí ya no cabemos los dos tigres.

Durante quinientos años los gachupines hicieron de las suyas en México sin miedo a la indiada derrotada por las armas y por la siniestra religión católica. Pero eso se acabó, pues un tigre derrotado pero vivo es todavía un tigre de cuidado y ya nos recuperamos. Ahora, el otro tigre tendrá que morir en las garras nuestras, o huir despavorido. Nosotros los mexicanos no queremos "independencia," exigimos la devolución total de nuestra montaña, del control de nuestro país. Queremos recuperar desde la Presidencia hasta el ayuntamiento más pequeño y recóndito del país. Estamos hartos del saqueo judío. Mientras más se tarde el tigre ladino en aceptar la realidad y largarse para su casa (prepárense en Espanha para el regreso forzado de diez millones de los suyos), más va a sufrir. A nosotros nos da igual. Pero de que México volverá a ser nuestro se lo garantizo yo. La inevitabilidad de tal evento está respaldada por nuestra dignidad, por nuestro coraje, por la estrategia militar china y por las peticiones del meteorito rojo.

¿Se acuerda que en la columna anterior le dije que aprender estrategia militar no es necesariamente cuestión de libros ni de escuelas militares, tampoco de ciencia política, y mucho menos se necesita saber leer y escribir si se tiene un buen maestro de tácticas defensivas? Tal aseveración causó gracia en "estrategas de sillón," como era de esperarse, pero el método de diseminar las osamentas del enemigo es un ejemplo de lo que adelanté, pues lo único qué gente sencilla del pueblo necesita son instrucciones verbales precisas para implementar la estrategia militar necesaria. Ni siquiera hay que decirles cómo hacer las cosas, pues SU CREATIVIDAD NATURAL es enorme e infinita. Basta con darles principios básicos y señalarles con el índice el camino para llegar al enemigo, y ellos tienen inteligencia suficiente para avanzar y colgarlo en la plaza pública.

Yo no tengo necesidad de incitar a nadie a la rebelión ni a hacer nada violento, solamente digo principios de metafísica y estrategia y cada quien sabe lo que tiene que hacer. Con esto, y mientras quede en pie una sola mujer mexicana con hijos, los gachupines ladinos están perdidos. Todo porque los conflictos relacionados con invasiones tarde o temprano favorecen finalmente a los oprimidos ya que los explotadores terminan por subestimar al pueblo creyendo que somos tarugos...cuando los pendejos son ellos.

No importa entonces que quienes queman peticiones del meteorito rojo sean por el momento grupos aislados, pues la suma total va en aumento constante y no llevamos prisa alguna. Podemos darnos el lujo de medir fuerzas con los ladinos en el campo de batalla que nosotros escogimos, con nuestra "armas" y en el terreno más ventajoso. Por eso su derrota es fácil de predecir. Ladinos pretenciosos como La gallina que se creyó pavo real dirán que indígenas y mestizos aventamos piedras en la oscuridad a ver si le pegamos a alguien, pero los agarramos en la hamaca y les golpeamos su energía vital desde la raíz. Y todavía no se han dado cuenta de la catástrofe. Una vez que los no-ladinos mexicanos -o de otros países en Ladinoamérica o donde sea- hayan absorbido tácticas físicas y metafísicas para sacudirse a sus explotadores, todo se habrá consumado. Entonces será más fácil para los ladinos arrojar un balde de agua al suelo y recuperar luego todo el líquido derramado, a que le quiten a la gente de la cabeza la idea de libertad absoluta para escoger a sus propios gobernantes que se preocupen de verdad por ellos en vez de robarlos. Ya les andaba.

Juar, juar, juar. Viva México, cabrones.

PARA MORIRSE DE RISA:   Vaya, cómo han cambiado los vientos en Presidencia. Y eso que todavía no se han encendido las velas de las peticiones apropiadas del meteorito rojo contra la criminal y despreciable yunta presidencial.

La Rata Marta ya no siente lo duro sino lo tupido en su poca envidiable vida. Dice bien el lamento musicalizado: Ayer maravilla fui, y ahora ni sombra soy...

Se diluyen alarmantemente los autoritarios brincos que pegaba La maligna bruja de Los Pinos. Digamos como exigir perentoriamente ante ella la presencia de directores de periodicototes cuando osaban publicar cualquier cosa que no le parecía bien. Tiene la enana una boquita... Ahí, en su casa-oficina bañada con la majestad de Presidencia, procedía a regañarlos como niños de escuela malcriados mientras en desagravio los valerosos periodiqueros le hacían reverencias hasta tocar con la frente el piso, o le escribían bellos y creativos editoriales como reparación de daños. Algunas veces, faltaba más, la vaca sagrada de Celaya hasta los amenazaba con la extinción de sus publicaciones. O con el exilio, horror. Según el humor con el que se hubiera levantado esa mañana, Marta era partidaria de hacer sentir en Los Pinos el poder que da ser concubina religiosa del presidente y lo menos que hacía era despedir directores, reporteros y moneros (si los editores eran renombrados les ofrecía "un regalito" monetario para paliar el desempleo).

Pero esos eran los días, decía, cuando la brava ladrona en tacones tenía a todo mundo azorado con su autoritarismo representativo de la liga de viejas feas de La vela perpetua. Ahora, con el escándalo de las aportaciones millonarias de pederestas judíos a la falsa "fundación caritativa" Vamos México, lo único que le resta a la señora es escribir rabiosas cartitas al director. A la directora de La Jornada le escribió alegando que su tinglado extorsionador no muestra depósitos sucios de pederastas (aunque eso únicamente prueba que el dinero donado va a dar directamente a las cuentas de banco de ella, que únicamente regala anualmente media docena de sillas de ruedas reconstruidas para taparle el ojo al macho). A lo más, exigió que le publicaran su prosa quejumbrosa en primera plana. No necesitaba la Rata Marta decir nada, pues como sucede con todo lo que dañe al grupo ladino en el poder, a los cuatro días todos los medios ya le habían bajado de tono drásticamente al asunto de los pederastas. So pena de ya sabemos qué consecuencias.

Hhmmm.... De golpear atriles a manotazos, jalar de la manita como perrito faldero al babosote e infantil presidente de México con bototas, regañar como sirvientes a militaretes de alto grado y mentar madres a empleados varios, a escribir encolerizadas cartitas desde el rincón de su habitación para encubrir su creciente temor que la empieza a cercar, hay un abismo de diferencia. Y lo que se avecina metafísicamente sobre Los Pinos.

La Rueda de la Fortuna, ni más ni menos.

2. El insufrible televiso judío nacido en Espanha, Joaquín López Dóriga -otro brillante egresado de la UNAM, alabado sea el altísimo-, necesita que sus patrones en Televi$a lo manden de vuelta a la escuela aunque sea en turno nocturno para adultos. ¿La razón? Este sujeto ignora la evidente diferencia entre un ladrón y una víctima de robo (o a lo peor la sabe pero amoralmente pretende ignorarla para servir mejor a los ladrones ladinos de tierras de campesinos de Atenco operando desde Gobierno e Igle$ia.) Nada nuevo bajo el Sol, pues televisos y obispos ladinos no necesitan mucha carnada para asociarse alegremente con los gobernantes chupa-sangre, ni modo que lo hagan con el pueblo.

Por algo dicen en China: "El pueblo es explotado por la clase gobernante porque éstos hacen los rieles jurídicos sobre los cuales el país corre." El pueblo solamente sufre las decisiones legales con las que frecuentemente le roban o le destruyen sus tierras. Abusos y robos que a través de "expropiaciones" los echan de sus tierras fértiles, o cercanas a las playas o a ciudades. Son expulsados sin pago alguno, sin otros terrenos a cambio, y sin protección legal que les valga. Es decir, simplemente los echan a la calle con todo y familias para hacerse más ricos todavía. Por lo de Atenco, hasta ahorita no hemos oído explicaciones adecuadas de parte del sinvergüenza y avaricioso secretario de Comunicaciones, Pedro Cerisola, quien obviamente llevaba millonaria mochada en el negocito del robo de tierras. Usted recordará que en Atenco, estado de México, los buitres de Estado foxistas y sus cómplices los vaticanos, representados por el usurero obispo One$imo Cepeda, intentaron robar tierras para construir el llamado Aeropuerto Internacional de Texcoco, área que se convirtió en diabólico caldero político obligando a los habitantes tomar calles con ridículos machetes para protestar el robo. Machetes que solamente alarmaron a "periodistas" como López Dóriga, que vieron y ven a los habitantes de Atenco como "peligro para la estabilidad." Hágame el cabrón favor.

Sin embargo, aunque los ejidatarios de Atenco ganaron temporalmente una pausa, los judíos en el poder no han desechado la idea de quitarles sus tierras, pues su comercialización significaría a los ladrones miles de millones de dólares de gratis. Todo se podría arreglar si el Gobierno les pagara el precio justo a los labriegos y, repito, los relocalizara en otros terrenos. Pero no hay ladino que acepte robar pagando. Así las cosas, de seguro el próximo presidente de México atacará a los campesinos esta vez con el traidor al pueblo y genocida ejército mexicano para saciar su avaricia de tierras y más tierras de gratis. Dizque "para no dejarse intimidar por machetes." Hijos de su pu...

Por lo pronto, parece que los gobernantes, mercaderes y el obispo One$imo Cepeda han recontratado a columnistas y televisos como Joaquín El Muñeco López Dóriga, para que bajita la mano engañen al pueblo y no protestemos cuando traten otra vez de expropiar las tierras de Atenco. Los gobernantes están acostumbrados a violar las leyes (pero Dios libre a los indígenas si se atreven a transgredirlas) con el resobado cuento del "bien común." El robo de tierras a los indígenas mexicanos a través de expropiaciones enriquecen especialmente a los presidentes (Ernesto Zedillo, el presidente que dizque se fue del puesto "solamente con mi sueldo" hizo multimillonarios a muchos expropiando tierras de campesinos en el norte del país para construcciones comerciales que por supuesto le pasaron "mochada" al maligno judío). Por eso Atenco continúa en la mira de los gachupines en el poder, por eso "periodistas" del corte de López Dóriga continúan moliendo con el asunto de los "macheteros de Atenco."

Por ejemplo. Durante la segunda semana de febrero, el delegado de Gobernación en Texcoco fue liberado en Atenco, pues había sido retenido unos días por ejidatarios debido al arresto de uno de ellos. Sobra decir que una vez que los campesinos lo liberaron, las autoridades federales se echaron para atrás en el compromiso de liberar al preso. Un vocero del Gobierno, del mismo gobierno que intentó robar sus tierras y casas a los ejidatarios con el garlito de la expropiación, dijo: "Nosotros no negociamos la ley." Ja, ja, ja. Los criminales hablando de legalidad. Por eso pasan tragedias, porque no hay hombres en el gobierno que tengan palabra, sino pandillas de maricones disfrazados de machos.

Entretanto, hubiera oído al auto-proclamado "periodista" López Dóriga (en México basta ser espanhol para garantizar chamba pues si no la hay se la inventan) pidiendo al gobierno del Estado que no se dejaran "amedrentar por los macheteros." Alegaba que en el asunto de los expendedores de gasolina que venden litros mochos las autoridades no se echaran para atrás "como lo hicieron con los macheteros de Atenco." Es decir, comparaba a los campesinos robados con los gasolineros ladrones. Eso es periodismo, ¿Muñeco? No, señor, no lo es. En lugar de defender a la caterva de ladrones en el gobierno e Igle$ia, ¿por qué mejor López Dóriga no nos habla sobre los hijos ladrones de la Rata Marta, o de los robos de los Miguel Alemán hijo y nieto, o de los sucios bienes de Madrazo? Ah, ya sé: Ésos son sus hermanos étnicos y su chamba correría peligro, pues todo lo que dijera sería usado en su contra, ¿eh? López Dóriga exigía a gritos al Procurador del estado de México que metiera en cintura a los ejidatarios de Atenco, y el aludido, quien evita investigar al ladrón con corbata ex-gobernador de su estado, Arturo Montiel, ladraba autoritario para contentar al televiso que dizque él sí "impondría el imperio de la ley."

Imperiosa ley esa que en México, naturalmente, sólo sirve para reprimir indios. Bendito sea dios.


PERMANENTE UNO: Para que las peticiones del meteorito rojo funcionen a la perfección, necesitamos mensualmente desde un mínimo de tres peticiones quemadas (el número taoísta mágico), hasta el mayor número de participantes que quieran unirse, pues no hay límite.

Yo quemo una petición del meteorito rojo, mi compadre quema otra, así que ya tenemos dos, y mensualmente necesitamos solamente un oficiante más -Uno Solamente- para hacer al menos un triángulo esotérico y mantener activa la rueda de los desquites contra los enemigos de los mexicanos. Tarde o temprano, así nos tome un siglo, llegaremos al número que mantenga las peticiones del meteorito rojo en movimiento perpetuo.

Afortunadamente, al final de cada mes tenemos actualmente como cuatrocientos oficiantes en total que bajan las peticiones del meteorito rojo, más un número indeterminado a quienes esas mismas peticiones se distribuyen a través del correo electrónico por los lectores de esta columna. Es decir, ya somos un ejército de hacedores de rituales chinos. Chico o grande, pero somos un ejército invulnerable, invisible y anónimo. Los ladinos, obispos y rabinos no podrán tocarnos metafísicamente ni aunque sigan asesinando a diario niñas mexicanas para sus trabajos de magia negra contra los mexicanos nativos.

Yo pre-magnetizo personalmente cada una de las peticiones del meteorito rojo y no hay manera de que nadie las neutralice. Este temible ejército metafísico seguirá creciendo día a día. La cosa se va a poner mejor para nosotros, y peor para los chupa-sangre. Se lo garantizo yo.


PERMANENTE DOS: Aunque frecuentemente me preguntan los lectores acerca de la posibilidad de que yo ejecute rituales para ellos, mi contestación es siempre la misma: Con los rituales descritos en el libro Ocultismo Chino, la persona puede hacer por sí misma mejores trabajos esotéricos que los de cualquier cardenal o chamán profesional, y sin necesidad de divulgarle secretos íntimos a extraños. En cambio, el lector puede obtener de mi parte algo todavía más valioso y secreto: A falta de mejor nombre le llamaremos a este objeto "caja negra." Su función es buscar el punto metafísico más favorable que garantice a la persona, y a toda su familia viviendo bajo el mismo techo, no solamente lo mejor del presente, sino del futuro. Sin importar a qué se dedica la persona, el objeto ayuda al propietario a convertirse en el tronco generacional que sostendrá metafísicamente a la familia de allí en adelante para que se afiance en el presente y en generaciones posteriores, manteniendo hijos, nietos y bisnietos la buena suerte y el poder esotérico adquirido inicialmente. Así se evitan fácilmente fracasos y encarcelamientos futuros en la familia (o se logran liberaciones en el presente), calumnias, pobreza, mala salud, mediocridad... Aunque claro, ¿cuánto vale tan preciado objeto, lo mejor del arte metafísico, que otorga tanta ventura a tantas vidas? Si usted tiene que preguntarse qué precio tiene la "caja," es que no puede costearse el precio para adquirirla. Para mayor información al respecto basta mandarme un e-mail (visionpf@direct.ca).


PERMANENTE TRES: Debido a la inquietud de algunos lectores de diversas nacionalidades por obtener el libro Ocultismo Chino pero que por diversas causas no pueden comprarlo por Internet, Vision Press Films pone este libro a disposición de librerías de cualquier país interesadas en venderlo directamente a sus clientes.

Para órdenes y/o informes, comunicarse por correo electrónico a visionpf@direct.ca.


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PETICIONES del METEORITO ROJO


* Master, Estrategia Militar China

E-mail: visionpf@direct.ca


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Copyright © 2006, Francisco J. Vargas