Reflejos en un Espejo Chino

* Francisco J. Vargas


Columna #219: Tragedias Previsibles

(El siguiente artículo trata sobre un flagelo para la humanidad: la muerte prematura de los hijos. Este tipo de tragedia es especialmente dolorosa para los padres porque la promisoria vida de sus retoños queda truncada en forma violenta. Lo lamentable es que la muerte prematura es evitable por medio de la metafísica china, pero la ciencia la considera superchería. Eso es igual a caminar en una sola pierna porque la ciencia es represiva y oscurantista sin ofrecer ninguna solución convincente al problema. Imagínese si los hacedores de rituales consideraran también inservible a la ciencia. Mi intención, pues, no es convertir a nadie. Usted puede creerme o no, y la Tierra igual seguirá girando. Si de algo le sirve este artículo, en horabuena. Si solamente le causa escepticismo, en horabuena también.)

La muerte prematura de los hijos suele golpear repentinamente a las familias sin importar rango o nombre. Pudiera atribuirse a la fatalidad que el hijo o hijos de una persona mueran ya sea por accidente, por secuestro, por asalto, por violencia doméstica, por suicidio, por enfermedad, o en riñas callejeras inesperadas y hasta jugando. Pero entonces, ¿cómo es que los hijos en otras familias no mueren así?

Naturalmente que los padres hacen lo posible para proteger a sus hijos de las contingencias naturales en la vida diaria, pero solamente piensan en los peligros físicos, no en los divinos. Mientras más educados sean los padres, más estarán lavados de cerebro acerca de que el esoterismo es superstición...y así les va en la vida a sus hijos. Precisamente porque la muerte prematura de los hijos no es siempre casualidad, la atribuimos en gran parte a la negligencia esotérica de los padres.

Los ataques metafísicos (y hasta los físicos), después de todo, generalmente emergen de las áreas en la vida menos esperadas. Sobre todo porque la sabiduría humana está restringida al quehacer físico y difícilmente tiene influencia en lo divino. Pero la realidad es la realidad y no cambia con sólo dudar de la existencia del más allá, así que hasta los hijos de los mejores doctores pueden perecer prematuramente por falta de información adecuada o por incredulidad, pues lo humano (fácil de entender) y lo divino (difícil de entender) son dos planos totalmente diferentes.

La metafísica es un tipo de ciencia, pero mucho más compleja que la ciencia física. Tan misterioso es el plano divino, que los mismos iniciados en metafísica frecuentemente lo consideran enigma insoluble. Pero hay que entrarle, pues a menos que la persona domine un método efectivo de esoterismo tendrá problemas difíciles en su vida, ya que el tiempo en el más allá y en este mundo no es paralelo en ritmo. (Tómelo como guste, pero la única solución conocida y verdaderamente efectiva para proteger a los hijos es la caja negra de la metafísica china.)

Así como la mala suerte vuelve pobres a los ricos y convierte a los príncipes en limosneros, la muerte prematura es intratable y se lleva inesperadamente a jóvenes guapos, nobles, sanos, educados, inteligentes y/o ricos. De hecho, aunque la muerte no discrimina a nadie, parece tener preferencia por los hijos jóvenes de familias sin problemas económicos.

¿Por que el encontronazo de la muerte con hijos ricos es más común que el de la muerte con hijos pobres? Ah, pues porque la naturaleza del dinero en abundancia es producir calamidades sin límite.

Además, los padres de familia habitualmente prestan más atención a problemas diarios difíciles y hacen a un lado el aparentemente inútil lado de la protección metafísica. No ayuda tampoco que ignorantes en los medios de comunicación y en el mundillo académico esté dale y dale con que la metafísica es un fraude. Pero según el esoterismo chino, los hijos de familias poderosas están mucho, pero mucho más expuestos a ser atacados por espíritus malignos y envidiosos. También es común que sean blanco de hechizos de desquite hechos por personas perjudicadas, indirecta o directamente por ellas. (Por eso los ladinos en radio y televisión asustan a la mexicanada para que dizque "no hagan brujerías," pues temen ser los primeros afectados.)

Hace semanas murió accidentalmente el hijo de una comentarista judía de la farándula en México. Se lamentaba después la señora diciendo que su hijo no debería haber muerto antes que ella. Es decir, intelectualmente sabe el principio metafísico que rige el ciclo vida-muerte, pero aparentemente no hizo nada en ese nivel para proteger al hijo y evitarle el descalabro final. Por otro lado, un empresario español en México perdió el otro día a sus dos hijos a manos de secuestradores. Pero si hubieran sabido antes los padres mencionados qué hay que hacer, estoy seguro que hubiera saltado pa'tras al saber el precio que conlleva la protección metafísica a los hijos, pues el método ni siquiera es parte de su religión ancestral. Lo malo es que después de la muerte no hay sacerdote, rabino, chamán, dinero ni poder que resucite a nadie. Aunque quisieran los padres pagar cien veces el precio original de la protección esotérica a los hijos, una vez acaecida la tragedia no hay nada qué hacer. Por eso reza el principio metafísico chino: "El hombre listo no se atiene solamente a su suerte."

(He aquí otros casos de muerte prematura de hijos por mala suerte o por influencia metafísica: Una actriz cubana-mexicana de apellido Pinal sufrió primero la muerte de una hija en un accidente de automóvil; años después a una nieta le volvieron a poner el nombre de la víctima y también murió accidentalmente (no le digo por qué murió también la nieta, porque ni me lo va a creer). El joven hijo del entonces poderoso empresario naviero, Onassis, murió en un accidente de helicóptero bastante sospechoso. Un capitalista americano de apellido Rockefeller perdió a su hijo en África, donde simplemente desapareció. La guapa hija del desaparecido Marlon Brando se suicidó y ni la fama del padre evitó su muerte. Tragedia similar le ocurrió al pesadito actor Kirk Douglas cuando un hijo se le suicidó. La poderosa familia judía de multimillonarios franceses, los Rotschild, perdieron un hijo hace pocos años a través del suicidio. Los directores de cine made-in-Hollywood, Francis Coppola y Sidney Pollack, también perdieron cada uno a un hijo de forma accidental y desafortunada. En fin, son tantos los casos de este tipo, que si no tuviéramos otra cosa por hacer podríamos pasarnos el año recordando muertes similares.)

En cuanto a la muerte prematura inducida por rituales, hasta hace pocos años los rituales de desquite (ver libro Ocultismo Chino) eran totalmente desconocidos en México, de manera que la gente malévola vivían sin temor a rituales hechos contra sus hijos por sus víctimas. ¿La razón? Cinco siglos de represión religiosa a manos de los vaticanos le permitieron a la Igle$ia limpiar al país de rituales peligrosos para la clase dominante. Para eso sirve a los curas la confesión, después de todo. (Y aparentemente la indiada no entendemos que lo dicho en el confesionario a los ensotanados no es ni remotamente confidencial.) Ciertamente hay chamanes indígenas y mestizos practicando la brujería abiertamente en todos los estados de la república, pero es de calidad tan pobre que dan ganas de llorar, aunque de otra manera la Igle$ia no los permitiría. Si de verdad se supiera todavía metafísica nativa de primer nivel en México, estuviéramos entre los países más importantes del mundo. Lo único que rabinos y charros negros (curas jineteadores de nacos) permiten en manos del público son ritualitos católicos de medio pelo que no pongan en peligro a los ladinos.

No niegan los millonarios que la función de los ricos y súper ricos sea producir dinero, su error es creer que donando dinero a alguna iglesia o sinagoga quedarán protegidos por rituales católicos-judíos, pues no son confiables, ya que a veces funcionan y a veces no.

Comprobado está que cuando la muerte se lleva a un hijo prematuramente, es porque sus padres no prestraron atención a los signos que presagiaban la tragedia, considerándolos triviales. Entonces, para ser rico y feliz, hay que saber de principios esotéricos chinos.

Uno de tales principios aconseja "limpiar" esotéricamente y en secreto las fortunas para que no afecten la suerte de los hijos. Lo malo es que contada gente saben cómo hacerlo, pues el método es similar a una caja fuerte: Tiene innumerables combinaciones, pero solamente una es la correcta. Utilizar las demás combinaciones es pérdida de tiempo.

PERMANENTE: Aunque frecuentemente me preguntan los lectores acerca de la posibilidad de que yo ejecute rituales para ellos, mi contestación es siempre la misma: Con los rituales descritos en el libro Ocultismo Chino, la persona puede hacer por sí misma mejores trabajos esotéricos que los de cualquier cardenal o chamán profesional, y sin necesidad de divulgarle secretos íntimos a extraños. En cambio, el lector puede obtener de mi parte algo todavía más valioso y secreto: A falta de mejor nombre le llamaremos a este objeto "caja negra." Su función es buscar el punto metafísico más favorable que garantice a la persona, y a toda su familia viviendo bajo el mismo techo, no solamente lo mejor del presente, sino del futuro. Sin importar a qué se dedica la persona, el objeto ayuda al propietario a convertirse en el tronco generacional que sostendrá metafísicamente a la familia de allí en adelante para que se afiance en el presente y en generaciones posteriores, manteniendo hijos, nietos y bisnietos la buena suerte y el poder esotérico adquirido inicialmente. Así se evitan fácilmente fracasos y encarcelamientos futuros en la familia (o se logran liberaciones en el presente), calumnias, pobreza, mala salud, mediocridad... Aunque claro, ¿cuánto vale tan preciado objeto, lo mejor del arte metafísico, que otorga tanta ventura a tantas vidas? Si usted tiene que preguntarse qué precio tiene la "caja," es que no puede costearse el precio para adquirirla. Para mayor información al respecto basta mandarme un e-mail (visionpf@direct.ca).


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* Master, Estrategia Militar China

E-mail: visionpf@direct.ca


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