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Explotaron tres sonoras bombitas que destruyeron los cristales de las ventanas frontales en tres bancos espanholes (no hay de otros) en México, y los ladinos susurran nerviosos, ¡ahí vienen los zapatistas otra vez!
Nada más alejado de la verdad. Las explosiones son obra del mismo Gobierno pero atribuidas a un supuesto comando guerrillero existente solamente en la enfermiza mente de Pinocho Creel y sus perros falderos, los militares. Por eso encontraron horas después los cadáveres de dos hombres asesinados a la usanza militar mexicana: con el tiro de gracia. Algo tendrían que ver con el asunto de las explosiones. Es el modus operandi de los changos verdes, eliminando a quienes les ayudan en sus tranzas y saben demasiado pero que no son ladinos. Los muertos, después de todo, no hablan.
¿El motivo para provocar explosiones? Lo de siempre, justificar la represión militar a lo largo y ancho del país bajo pretexto de buscar "guerrilleros."
En este país no hay guerrilleros en el sentido militar de la palabra. Ningún indio o mestizo sabría cómo ser uno, pues al primer cura que se encuentren le confiesan inmediatamente sus planes. Inmediatamente los charros negros los delatan al Gobierno y el "glorioso" ejército ladino procede a secuestrar, torturar, ejecutar y sepultar clandestinamente a los malcontentos y a sus familias enteras, incluyendo ancianos y niños de pecho.
Así ha sido siempre en México.
Por ejemplo. Los encapuchados del gachupín-mexicano, subcomandante Marcos, son un circo para encandilar indios lelos. Circo protegido por el Gobierno y levantado precisamente para evitar que la indiada se alce contra los ladinos en el poder. A esta táctica se le llama combatir el fuego con el fuego.
Recordemos que México es un país ocupado, explotado y estrechamente vigilado militarmente por el Imperio del Mal: Curas y mercaderes gachupines de allá y de aquí. En este país hay espías militares y civiles hasta en la sopa, hay retenes militares en todas las carreteras limitando el libre tránsito de ciudadanos, hay severo control militar sobre el movimiento de gente y armas, y las autoridades pueden secuestrar y asesinar gente a discreción.
Si los militares lo pescan con armas y usted no es ladino, prepárese a pasar una década en la cárcel sin derecho a fianza y hasta acusado de guerrillero. Por eso uno de los trucos favoritos de la policía es "cargar" a la gente con armas y así lo refunden los militares en la cárcel. Vivo está el caso en el que el maligno Procurador (m)Acedo de la Concha tiene frito en la cárcel desde hace dos años a un humilde carpintero padre de familia, no-ladino, solamente porque en un cateo por el barrio le encontraron un mosquetón de hace cien años y sin municiones que perteneció a su abuelo y guardaba como recuerdo. El hijo de su puta madre acusó al pobre hombre de "guerrillero" por posesión del mosquetón, nomás por sus güevos, y es hora que el artesano está en la cárcel todavía mientras su desamparada familia vive como puede. En cambio, el mismo procurador ha solapado los crímenes financieros de Mariquita Fox, de Marta, y de los hijos y amigotes de ambos. Muy estricto con la ley el cabrón, ¿eh? Abusivo con los humildes, lambeculo de los poderosos.
Sin embargo, hay mucho armamento clandestino en México, de primera calidad. Siempre lo ha habido. Durante los últimos cincuenta años el contrabando de armas sofisticadas, mejores que las del ejército, ha fluido de los USA a México en forma ininterrumpida. Y con excepción de las armas que utilizan los narcotraficantes, el resto de tal armamento no está en manos de no-ladinos. Está clavado en casas de ladinos y en túneles de edificios públicos de cada rancho, villorio, pueblo o ciudad para ser utilizado por los gachupines mexicanos contra la indiada en el improbable caso de una revolución.
(Lo que los angelitos ignoran es que con la metafísica china ningún pueblo necesita armas de fuego para cambiar mandatarios a placer y sin derramar una gota de sangre.)
De manera que es una mala broma pensar siquiera que hay guerrilla mexicana. La legalidad, la Constitución y los Tres Poderes existen solamente para engañar turistas. A los pocos estudiantes e indios con calzones suficientes que cada venida de obispo se quieren rebelar, el Gobierno los acosa y los asesina. O simplemente les promete amnistía, y cuando se calman los asesina de todos modos. Así queman los marranos mexicanos desde hace cinco siglos.
Pero hoy resulta que la ciudadanía está encanijada por el saqueo y mal gobierno de Mariquita Fox, así que las mentadas y las amenazas de la gente contra el Gobierno están aumentando de tono y temperatura. Entonces se les ocurrió a los ladinos hacer lo que hacían sus predecesores ante problemas similares, o sea explotar bombitas y luego echar la tropa a las calles para reprimir nacos.
Por eso senadores, curas charros negros, mercaderes, banqueros, diputados, magistrados, políticos, todos ellos ladinos, "deploraron" la violencia. Demandan a Fox el endurecimiento de las leyes, pues todos esos pillos son del mismo grupo étnico: judíos mexicanos. No saben hacer otra cosa que explotar indios y meterlos a la cárcel, cuando no asesinarlos impunemente. Ellos sí pueden violar impune y constantemente todo tipo de leyes y ni quién les diga nada. Hasta cárcel pueden exigir para los no-ladinos aunque sean inocentes, pues saben perfectamente que México es una dictadura. O peor, somos un país ocupado militarmente.
Meanwhile, la indiada hincada y con la cabeza gacha, besándoles las pestilentes manotas a los charros negros (jineteadores de nacos) vaticanos.
Viva México, cabrones, país non para someter y explotar no-ladinos fácilmente.
Es una lástima, pero No Tiene La Culpa El Ladino Chupa-Sangre, Sino El Indio Que Lo Aguanta.
EL GRAN MISTERIO DE LA NO-ASISTENCIA PRESIDENCIAL A LA BODA DE FELIPÍN. El verdadero misterio en la vida nacional y que está ya "clasificado" (aparentemente no se hará público pronto), es la razón de la cancelación de la presencia de Marta-y-Fox en la boda del principito espanhol.
En gachupilandia le tienen especial afecto a los ladinos mexicanos, ya que estos no olvidan a su madre patria y siempre están ayudando económicamente a los explotadores que se quedaron a vivir en la Península. No olvidemos lo generoso que fueron JoLoPo y su hermana con sus hermanos étnicos, especialmente porque estando en el poder pudieron regalar a Espanha lo que es de nosotros, pero ya sabemos que a los judíos nacionales les gusta saludar con sombrero ajeno. Igual de derrochadores con nuestro dinero han actuado todos los presidentes mexicanos, ganándose la gratitud de los gachupines de allá, aunque con ello condenen a morir de hambre a más indigenas (¿a quién le importa si los nativos mexicanos viven o mueren?). Por eso le tienen cariño en Espanha al México ladino.
Con decirle que cuando el rey Juan Carlos vino de visita, fue a saludar de mano y beso a la madre de Mariquita Fox, aguantando estoicamente el mosquero y olores raros del rancho. Así ha de haber estado el regalo de Fox al rey, al fin que nosotros pagamos todo.
De manera que para la boda del hijo, el rey lelo, digo, Juan Carlos, le mandó un par de boletos a la pareja presidencial. Cuentan que Marta, la maligna bruja de Los Pinos, ordenó vestido y joyas en una de las mejores casas europeas (al cabo nosotros pagamos). Soñaba la enana con ir a codearse con realeza y mandatarios de primer mundo. Ni en sus más dulces sueños imaginó la mula tanta dicha.
Pero de repente, la desinvitación.
¿Qué grave incidente ocurrió que llevó a la Casa Real a tan drástica decisión de insultar a uno de los países más importantes de "Iberoamérica" y dejar fuera del festejo a la ridícula pareja de rancheros?
¡Pues quién sabe!
Al igual que en dictaduras anacrónicas donde la saliva apestosa de los dictadores (dijera Fox) reprime la libertad de expresión, en México también hay poder presidencial suficiente para silenciar a los medios de (des)información cuando se quieren ocultar las vergüenzas presidenciales. Aparentemente con algo gordo mandó amenazar la mula Marta ("no saben con quién se están metiendo" es su mantra), y los directores de los medios, como los desafinados mariachis, callaron. (El miedo no anda en burro.)
Vivan la democracia mexicana y la libertad de información...siempre y cuando Marta no las considere libertinaje. Porque si es así, la puerca tuerce el rabo.
Lo malo es que, dicen en China, no hay secretos.
Ya nos enteraremos del chisme. Y nos pitorrearemos de los arribistas inquilinos de Los Pinos.
* Master, Estrategia Militar China
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