Reflejos en un Espejo Chino

* Francisco J. Vargas


Columna #203: El Culto A Los Ancestros

El otro día, el hijo de un gobernador tuvo un accidente mortal en la carretera justo antes de su boda. Murió el muchacho en la flor de su vida. Lamentable situación, pero evidencia clara de que hay padres que no saben proteger adecuadamente a sus descendientes. Porque igual suerte (muertos, secuestrados o en la cárcel) han corrido un sinnúmero de hijos de grandes personajes, lo mismo en México que en China y que en el resto del mundo.

Y aunque la gente levanta los hombros achacando cosas así a la fatalidad, tales situaciones no son normales. Y le diré por qué.

Un hijo no debería morir antes que los padres, pues ése no es el orden natural de las cosas. Lo normal es que los padres mueran antes que los hijos, y los hijos antes que los nietos. Cuando el orden se invierte y mueren los hijos primero, por la razón que sea, es que algo anda mal en el aspecto metafísico de la familia. Usualmente es porque los padres ignoran los principios esotéricos del culto a los ancestros para mantener a la familia unida y fuerte, y dejan todo a la suerte.

Precisamente, el milenario símbolo chino de una familia fuerte es la granada, pues contiene muchos y fragantes granos firmemente apiñados en una sola fruta. Pero para lograr tal unidad, es necesario conocer el método correcto del culto a los ancestros (ver las instrucciones, Ritual Número Uno, en la página #14 del libro Ocultismo Chino para hacer el altar casero sobre el cual se hacen los rituales apropiados a los ancestros). Solamente así se evita que los espíritus de los padres fallecidos sufran sed, hambre y frío en el otro mundo.

El culto a los ancestros no está atado a religión alguna, pues este tipo de rituales son hechos en el altar casero por el hijo mayor. Es malo que los hijos no atiendan a los funerales de los padres, pero peor es que no lleven a cabo los rituales del culto a los ancestros. Por eso no es buena idea que estos rituales sean hechos por la esposa ni por la suegra, mucho menos por extraños aunque sean sacerdotes profesionales. Solamente así se garantiza recibir la protección de los espíritus de los padres desde el más allá, y la seguridad y buena fortuna de los hijos en este mundo.

Porque cuando ocurren tragedias como la descrita al principio de este artículo, es señal inequívoca de que las familias no cuentan con la protección de sus ancestros. Llevar comida a los cementerios el Día de Muertos, en ofrenda a los parientes fallecidos, está bien como muestra comunitaria de respeto filial pero no es ni remotamente suficiente. ¡Imagínese si los vivos también tuviéramos que comer una vez al año únicamente!

Y entonces, se preguntará usted, ¿por qué prohíbe con tanto rigor la Igle$ia el culto a los ancestros? Pues únicamente por la avaricia y el poco cristianismo de las avariciosas y poco religiosas huestes vaticanas.

En realidad el concepto metafísico chino del culto a los ancestros es algo personal, fácil de entender, y no hay necesidad de que vecinos o curas le den o no el visto bueno: En vida, la madre cuida del hijo día y noche por al menos tres años. En consecuencia, cuando los padres mueren el hijo que no es desagradecido guarda luto por ellos durante tres años. Dado que los espíritus existen, el tipo de religión que la familia practique es irrelevante, así que los curas no tienen vela en este entierro.

(Guardar luto incluye ofrendas diarias de comida y dinero en el altar casero a los espíritus de los padres. Hasta se puede guardar luto por otros parientes o amigos que hayan muertos sin descendientes que les presenten tales ofrendas [o que tengan descendientes que no quieran, o no sepan que deben hacerlo].)

Así como los padres tienen obligaciones con los hijos recién nacidos, también los hijos las tienen con los padres recién fallecidos. Sin embargo, la norma es que en países como el nuestro solamente a los padres se les exija cuidar de los hijos. Después nomás los verán crecer y marcharse alegremente por el mundo cual changos sin mecate y sin obligación ética (que es lo que distingue al hombre de los animales, según Confucio), de cuidar de los espíritus de sus padres. Por eso las familias modernas se parten en añicos (que es precisamente lo que busca la Igle$ia, luego le explico por qué).

Las cosas no caen solas del cielo ni para los hijos ni para los padres, y es una lástima que al final las familias acaben mal y se desintegren solamente por ignorar que a través de las ofrendas y del posicionamiento correcto de sus tumbas los hijos garantizan el verdadero descanso de los espíritus de sus padres cuando menos por el mismo tiempo que sus padres velaron físicamente por ellos. A esto se le llama agradecimiento, reciprocidad.

Desde luego, hay varios factores envueltos en la cuestión de cuidar de los espíritus de los ancestros para asegurar el futuro de la primera generación, pero el ritual a los ancestros es generalmente suficiente. Ya para pensar en grande, para hacer totalmente sólido el tronco familiar por muchas generaciones posteriores, se necesitan rituales y materiales mayores, tales como la caja negra. Sin embargo, noventa y nueve de cada cien familias se sentirían satisfechas con asegurar aunque sea el futuro de la primera generación.

Lamentablemente, a los mexicanos no-ladinos el método del culto a los ancestros nos está vedado porque somos un pueblo ocupado y sometido militarmente por los conquistadores espanholes a través de sus descendientes en este país. Para explotarnos y evitar levantamientos de indios y la independencia real de los mexicanos conquistados, los gachupines han utilizado a su criminal cómplice en la depredación de México, el Vaticano. ¿Cómo? Pues evitando a través de los curas que los nativos practiquen el culto a los ancestros, perpetuándose de tal manera en el poder aunque los gobernantes sean genocidas, ineptos y corruptos como lo han sido durante cinco siglos.

Al igual que los judíos, los charros negros jineteadores de nacos aprendieron hace más de mil años los principios del culto a los ancestros en China, pero nunca le dieron tal información a sus seguidores en Europa. Lo practicaron en secreto durante algunos siglos para hacer fuerte a la Igle$ia, venerando a sus propios jerarcas religiosos fallecidos. Siglos después, ya convencidos de la eficacia del culto a los ancestros, los vaticanos no solamente destruyeron el mismo culto durante la Conquista de México, sino que mandaron a sus misioneros a destruir en la mismísima China dicho culto. La idea era quedarse nada más ellos con el secreto.

Hoy sabemos que los curas no pudieron acabar con el culto a los ancestros en China, pero si acabaron con tal práctica en México. Recuérdese que los primeros mexicanos habían aprendido tal culto de los exploradores chinos que habían llegado a México siglos antes que los genocidas espanholes. Lo importante aquí es que al acabar con el culto a los ancestros en México, los curas aseguraron la sumisión total de la población indígena y mestiza bajo la bota gachupina por los siglos de los siglos. (Es decir, hasta que llegara yo).

No en balde la monarquía gachupina le concedió tantos privilegios a la Igle$ia, privilegios que persisten hasta la fecha, como persiste la sumisión de los nativos al conquistador.

Desde mi punto de vista, el peor crimen del cristianismo contra México fue acabar con el culto a los ancestros. Esto lo hicieron los curas con toda la mala leche del mundo, a sabiendas que destruían la fibra del tejido que une al pueblo, pues la unidad familiar es la base de la unidad nacional, algo que ni convenía ni conviene todavía a los explotadores gachupines que controlan México.

Por eso hablan mal los vaticanos del culto a los ancestros (pero ellos sí practican secretamente el método para beneficiar a papas y cardenales fallecidos y obtener su ayuda para mantener fuerte al Vaticano). La idea es hacer egoístas como animales a los fieles indígenas y mestizos para que nada más oigan a los malignos charros negros. Es pues el cristianismo, especialmente la religión católica, lo que causa desunión entre la gente y evita que se levanten contra los chupa-sangre políticos y religiosos. Por eso los curas nos echan encima "vírgenes" y santos gachupines inútiles, para entretenernos.

Porque además, el culto a los ancestros también tiene su aspecto político. Por eso dice el principio chino taoísta: "Los grandes hombres (genios, pues) emigran a países protegidos por los espíritus de sus ancestros."

Nadie medianamente inteligente puede, entonces, eludir la responsabilidad que implica el culto a los ancestros. Pero antes de ver frutos, hay que practicarlo con mucha antelación. No se puede empezar a fabricar un salvavidas cuando la persona se está ahogando a mitad del río. Encontrar el punto perfecto de comunicación entre el adepto y los espíritus de sus ancestros toma tiempo. Por eso hay que dejar de lado la desidia y la flojera, y enfrentar desde ya la responsabilidad de practicar el método, de otra manera solamente sobresaltos se cosecharán en la vida. Observe los fracasos y problemas que gente poderosa tienen no solamente con sus hijos, sino también en muchos otros aspectos de la vida diaria, y sorpréndase, porque la mayoría se pueden achacar a que no practican el culto a los ancestros.

No hacer el ritual a los ancestros es perjudicial para uno mismo, pero lo peor es que eso también beneficia directamente a curas y gachupines.

PD: RESPUESTA AL MALIGNO IMPERIO DEL MAL (EL VATICANO Y SUS RAMIFICACIONES LADINAS). Hace días sonaron de nuevo alegremente las campanitas de alarma esotérica indicando que un ritual hostil algo pesadillo intentó penetrar el primer círculo de defensa metafísica que me rodea. La dirección del ataque señala a los charros negros utilizando el ritual Círculo de los Magos con espejos como vehículo, tal y como está descrito en mi libro Ocultismo Chino. Como si yo fuera tan nango para darles a ustedes el arma para que me maten, juar, juar, juar.

A mí en particular no me preocupa si ustedes viven o mueren. Desafortunada o afortunadamente, el Vaticano sí va a tronar con los rituales chinos, pero no a manos de éste su coco o indio renegado, como les encanta llamarme, sino a manos de sus incontables víctimas religiosas en este y en el otro mundo. Así lo decretaron los dioses para castigar a su infernal Igle$ia, pues ustedes son lobos con piel de oveja al ser secretamente adoradores del Diablo mientras pretenden servir a los dioses en público. Es cuestión de yuan fen o retribución, mis bienamados charritos monta-perros.

(Por eso está saliendo a la luz la verdadera podredumbre moral de los curas al saberse que han molestado sexualmente a decenas de miles de niños católicos, hechos que habían ocultado con éxito durante siglos. ¿Y así quiere el Popis [enfermo, enfermo, pero bien que ve a quién chinga, ¿eh?] que la educación pública mexicana abra sus puertas a los criminales curas molesta-niños? Solamente babosos mochos como Pinocho Creel, el secretario de Gobernación, y Marta-de-Fox, la maligna bruja de Los Pinos, insisten en tal estupidez. Aunque en este país de anafalbetos religiosos y reprimidos por la Igle$ia, todo puede suceder.)

En fin. Para alcanzarme con rituales de magia negra necesitan ustedes los vaticanos ir otra vez a re-aprender rituales (aunque ya sabemos que la raíz, China, está cerrada hoy día). Y con los rituales que toman de mi libro nomás no me van a llegar cerca, pues yo se el antídoto y ustedes no. De pilón, el tiempo se les viene encima pues cada día crece más el número de mexicanos no-ladinos, especialmente en los USA, que hace rituales para sacudirse a sus opresores religiosos. O sea, el Vaticano todavía no me ha demostrado tener suficiente poder esotérico para obligarme a sacar mis baterías grandes y contestarles sabrosamente.

En castigo por malcriados pues, señores vaticanos, y por vía de mientras, a'i les va este ritualito para que lo toreen. Luego me avisan cómo les fue, pero es mi humilde y no-calificada opinión que estas trifulquitas de rituales se van a llevar al Popis entre las patas. Pero el que se lleva se aguanta.

¿Moraleja? No hay que levantarle la mano a sus mayores en metafísica, porque se les pudre y se les cae. Si nacos como ustedes los curas y demás ladinos me pudieran dañar con rituales, no sería quien soy.

Atentamente: Yo, su Papi.

PERMANENTE: Aunque frecuentemente me preguntan los lectores acerca de la posibilidad de que yo ejecute rituales para ellos, mi contestación es siempre la misma: Con los rituales descritos en el libro Ocultismo Chino, la persona puede hacer por sí misma mejores trabajos esotéricos que los de cualquier cardenal o chamán profesional, y sin necesidad de divulgarle secretos íntimos a extraños. En cambio, el lector puede obtener de mi parte algo todavía más valioso y secreto: A falta de mejor nombre le llamaremos a este objeto "caja negra." Su función es buscar el punto metafísico más favorable que garantice a la persona, y a toda su familia viviendo bajo el mismo techo, no solamente lo mejor del presente, sino del futuro. Sin importar a qué se dedica la persona, el objeto ayuda al propietario a convertirse en el tronco generacional que sostendrá metafísicamente a la familia de allí en adelante para que se afiance en el presente y en generaciones posteriores, manteniendo hijos, nietos y bisnietos la buena suerte y el poder esotérico adquirido inicialmente. Así se evitan fácilmente fracasos y encarcelamientos futuros en la familia (o se logran liberaciones en el presente), calumnias, pobreza, mala salud, mediocridad... Aunque claro, ¿cuánto vale tan preciado objeto, lo mejor del arte metafísico, que otorga tanta ventura a tantas vidas? Si usted tiene que preguntarse qué precio tiene la "caja," es que no puede costearse el precio para adquirirla. Para mayor información al respecto basta mandarme un e-mail (visionpf@direct.ca)


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* Master, Estrategia Militar China

E-mail: visionpf@direct.ca


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