Reflejos en un Espejo Chino

* Francisco J. Vargas


Columna #184: La Espada Y La Pluma-Laptop

La verdad, la verdad, ni me imagino cuánto tiempo dedica cada mexicano a ver noticias televisadas sobre la invasión a Irak. Pero yo, después de cuarenta días de madrazos, a lo sumo habré visto media hora del espectáculo de luces artificiales adecuadamente coreografiado por escenógrafos de Hollywood.

No es que me disgusten los repetitivos y aburridos "reportes de guerra" de los recitadores televisos y teveaztecos, píldoras doradas que burlescamente nos ocultan la sangre derramada por miles de civiles de todas las edades y sexos, sino que aborrezco la propaganda y los lavados de cerebro. Que se vayan los títeres parlanchines del micrófono a embaucar a sus abuelas con sus torcidos e inverosímiles cuentos de guerra.

Por otra parte, imposible disociarse por completo del espectáculo bélico. Y aunque las atrocidades y genocidios son parte intrínseca de todas las guerras, por no decir su razón principal, estruja ver a niños desmembrados y destripados por los bombardeos mientras sus madres lamentan amargamente la inexplicable (para ellas) saña militar contra blancos no-militares. ¿Qué podemos decir ante la última muestra del horrible y bestial salvajismo cometido en nombre del Dios judío y de la democracia, en represalia por los ataques de terroristas cometidos en nombre del Islam? Otro repugnante baño de sangre en el altar de Jehová y Mahoma, y ni los bien cortados trajes de a cinco mil dólares logran ocultar totalmente la peluda cola de los líderes cristianos y musulmanes de países militaristas. El círculo de la venganza regresa a su origen, Oriente Medio, de donde salieron el cristianismo y el islamismo a recorrer con violencia el mundo causando masacres sin fin "en nombre de Dios."

(Los iraquíes están aprendiendo la lección que no se aprende en cabeza ajena, la de que los pueblos siempre echan a un líder malo para que llegue otro peor. Así lo atestiguaron los iraníes que derrocaron al Sha de Irán para sustituirlo con el descocado ayatolah Jomeini. Así lo atestiguarán los iraquíes cuando los oscurantistas chiítas y los violentos kurdos tomen el poder. Así lo atestiguamos los babosos mexicanos que nos tragamos la propaganda ladina y echamos fuera al PRI para que llegaran al poder el PAN y su inútil muerto-de-hambre, Vicente Fox, uñas-largas supremo, y su descocada y enfermiza vieja, Marta María (Antonieta), a terminar de partirle su madre al país.)

Nada hay más espantoso ni indigno para el hombre que la guerra con fines depredadores, y únicamente los avariciosos --gobernantes, religiosos, militares, mercaderes de armas-- justifican la violencia armada que tantas ganancias produce a los ambiciosos señores del dinero. Lo sabemos muy bien los mexicanos, víctimas de conquistadores deseosos de hacerse ricos sin capital, llámense Vicente Fox o Hernán Cortés. Por eso es indispensable que los medios de comunicación (especialmente la televisión), difundan día y noche la propaganda que más convenga a gobernantes, banqueros y mercaderes de armas. Y para que la difusión de mentiras militares funcione a la perfección, es necesario que líderes de países invasores y dueños de medios de información en el mundo occidental, México incluido, sean del mismo grupo étnico.

La propaganda militar es la clave del éxito para los "conquistadores." Por eso ningún programa de noticias, en ningún idioma, en ningun país, coloca un letrerito en pantalla asegurando que dicen la verdad y nada más que la verdad. Por eso los recitadores de noticias televisadas cobran caros sus servicios a quienes los contratan y por eso son inmensamente ricos. "Hay ganancias malditas," dijo acertadamente el filósofo chino. ¿O acaso recuerda usted a algún títere televiso recitador de noticias en México, de ayer o de hoy, que nos asegure al principio de su programa que no nos dirá mentiras?

Tarugos son entonces quienes se creen todo lo que les recetan los ladinos a través de prensa, radio y televisión. Por eso, con perdón de los aguerridos combatientes que cuchillo entre dientes se matan afanosamente unos a otros mientras todos los líderes de los países involucrados viven sabrosamente en lujosos palacios y mansiones, a mí no me quitan el sueño ni el apetito sus guerritas. Por mi, atícense hasta que no quede piedra sobre piedra, ni habitante alguno, en Oriente Medio. Y si ése es el gusto y capricho de los ejércitos anglosajones, entonces ni me pregunten: síganle de frente y péguenle luego a Siria, a Irán, a Corea del Norte, a Cuba, a Rusia, a China, a Venezuela, al East Los Angeles...o a quien agarren dormido. ¿O no es eso de lo que se trata, de que viva el vivo del más pendejo?

Alcabos que los medios ladinos siempre cooperarán gustosos y encubrirán las atrocidades de guerra. Y ay de los reporteros que no obedezcan las reglas del juego. Cuando algunos periodistas extranjeros en Irak se quisieron pasar de vivos y se saltaron las trancas y las reglas impuestas por los militares americanos buscando noticias por su cuenta, en su salud encontraron la inevitable respuesta. De ahí la violenta confrontación entre militares gringos y periodistas de varios países instalados en Bagdad, al considerar los primeros objetivo militar el hotel de los reporteros y cañonearlo, dejando a varios reporteros muertos (y muchos más egos magullados). Días después los marines gringos irrumpieron en el mismo hotel y cachearon en el suelo y boca abajo a todos los reporteros.

Pero a mí lo que me extraña es que nada más haya sido un ataque directo el que sufrió el Hotel Palestina, y otro el que recibieron las oficinas de una televisora arabe que retransmitía noticias iraquíes con los efectos devastadores de los bombardeos americanos sobre la población civil. En mi opinión, los militares se pasaron de benevolentes con los reporteros, ya que en el teatro de la guerra es indispensable identificar correctamente a los enemigos. Y los reporteros son en esencia enemigos de los combatientes...¡aunque muchos periodistas ni siquiera lo sepan!

Es decir, el incidente del Hotel Palestina desnudó de paso el pobrísimo nivel profesional de los reporteros mexicanos (y por ende de sus maestros de periodismo), pues se quejaron a los cuatro vientos diciéndose protegidos por la Convención de Ginebra y demandando "los mismos derechos que tienen los civiles en zonas de guerra." ¡Vaya ingenuidad! Siguiendo su propia lógica, los reporteros deberían ser los primeros en ser atacados, ya que los civiles siempre son bombardeados al pasarse los militares por los güevos los acuerdos de Ginebra.

Ya en serio, la realidad es que ningún periodista en el frente debe considerarse con los mismos derechos de los civiles, ya que los reporteros son esencialmente un cuerpo de ataque. Y si los reporteros ignoran los principios de estrategia militar más elementales y se consideran a si mismos simples civiles, tarde o temprano se encontrarán cara a cara con el cañón de un tanque, tal y como sucedió en el Hotel Palestina.

Así de fácil, abuelita.

Porque sin duda usted habrá oído o leído la frase "la espada y la pluma," venida a México de la Europa de "las luces." Y aunque es muy popular en el periodismo mexicano, nadie aquí sabe realmente qué quiere decir pues los más creen que presenta dos opciones. Pero en el argot de la milenaria estrategia militar china la frase siempre ha tenido profundo significado, ya que se entiende que espada y pluma tienen exactamente el mismo poder de matar. El reportero entonces debe ser considerado necesariamente como una persona armada, ya que con sus escritos o reportajes lo mismo puede matar amigos que enemigos.

Y si el reportero de guerra se creé un civil cualquiera, entonces necesita que le revisen la cabeza, pues los medios de información en el campo de batalla deben ser considerados elementos militares por todos los bandos en conflicto, lo mismo amigos que enemigos. No que los soldados deban tirar a matar reporteros, pero si deben estar atentos a ver qué dicen o escriben los chismosos profesionales, pues como dije antes, ningún noticiero garantiza la verdad de los reportajes de sus periodistas ni el frente de batalla es una democracia.

Si los periodistas mexicanos ignoran lo anterior, es porque en este país el sistema de concesiones de licencias de comunicaciones requiere que todos los reporteros sean castrados intelectualmente por sus patrones (aunque ya de por si los ladinos no son un grupo étnico particularmente inteligente aunque si muy violento), con el fin de evitar que ataquen a los gobernantes y para que sean cómplices en la represión sobre los nativos, encubriendo instituciones y funcionarios genocidas. A cambio de su silencio, los reporteros reciben trabajo de por vida, un sobre semanal retacado de dólares o pesos en alguna dependencia oficial, y prebendas y privilegios por parte de las comprensibles autoridades (licencias, multas condonadas, vales de gasolina, charolas de policía, rangos auxiliares en el Ejército, acceso directo a funcionarios cuando de pedir favores o arreglar asuntos personales se trata).

En consecuencia, los reporteros y columnistas son simples tecleadores y tecleadoras no-pensantes que escriben lo que les dictan los patrones, o a lo peor nomás repiten lo que se dice en los medios. De manera que cuando salen del país hacia algún frente de guerra, automáticamente se creen ungidos por la Verdad, sintiéndose "testigos de la historia," y buscan desquitarse de su habitual conducta lacayuna hacia el Gobierno mexicano balconeando a otros países.

Pero como sucedió en Irak, el desconocimiento de la naturaleza y peligrosidad de su propio trabajo les pudiera costar la vida a los reporteros. Por eso no es de sorprender que los recitadores de noticias mexicanos que se sintieron corresponsales de guerra de película en Irak resintieran la realidad al verse acosados por los militares y se regresaran cuanto antes a seguir dándonos atole con el dedo desde la comodidad de sus estudios con aire acondicionado en la capital. Exactamente como hizo el más desvergonzado manipulador y recitador de noticias ladino en el mundo (note usted cómo deletrea las frases, levanta las cejitas o tuerce los ojitos y el bigote según sea el grado de manipulación que busca infligir a la indiada), Javier Alatorre, de TvAzteca. Sobre todo cuando se trata de darnos noticias maquilladas sobre Vicente Fox, y sobre los charros negros (jineteadores de nacos) vaticanos.

Los recitadores de noticias, entonces, matan con sus instrumentos de trabajo al igual que si manejaran metralletas. Allá usted si no los ve como enemigos y se deja embaucar por sus mentiras pagadas.

EL "TERCER OJO" MILITAR:   Francamente es patética la histérica (que no histórica) defensa que los "intelectuales" ladinos mexicanos hacen de la cultura de Irak, a la que llaman pomposamente "cuna de la civilización." Tan histérica como el dolor que les causa la supuesta (pero a todas luces falsa) quema de la Biblioteca de Alejandría. Pinches candiles de la calle. Porque resulta que estos mismos ladinos espanholes han aniquilado durante quinientos años todos los vestigios de la cultura mexicana (¿ésta no era cuna de civilización?) sin tentarse el corazón. Y ahora que debido a la invasión de Irak se perdieron manuscritos valiosos quemados por manos interesadas, nuestros gachupines de la pluma se han desmayado del soponcio. Cabrones...

2. Pues mire que no todos los habitantes en Oriente Medio están tarados ni son jineteados por sus líderes religiosos charros. Resulta que Siria dice que no permitirá ninguna inspección de su arsenal a manos y ojos de los espías, digo de los inspectores de armas de destrucción masiva de la ONU.

Solamente un retrasado mental no ve que los supuestos inspectores son espías que no solamente buscan armas químicas, sino que realmente su función es tomar nota (imagínese para quién) de emplazamiento de bases y armamento. Así, si hay invasión de "alianzas de ejércitos," ya saben éstos donde están los puntos vitales del país invadido. Habitualmente, esa labor de espionaje es llevada a cabo en todos los países por reverendos y curas cristianos, pero en países árabes rifa el islamismo, así que la ONU se sacó de la manga inspectores de armas que, ¡surprise!, hacen el mismo papel.

CARLOTA ROBINSON...¿O LA AMIGOCHA?   Piensa mal y acertarás. Y a mí, me empieza a dar mala espina el apestoso caso de encubrimiento criminal oficial a los modos en que se triangularon y lavaron millones de dólares recaudado por los Amigos de Fox y el PAN para arrebatarle la Presidencia al PRI. Díganme malpensado si quieren, pero yo creo que detrás de la pantalla creada por la tal Carlota Robinson se encuentra la ladina Marta María (Antonieta) de Fox.

O sea, si no es totalmente ficticio el personaje, Carlota sería presta-nombre de la siniestra y avariciosa Amigocha.

Todo empezó cuando los panistas designaron a un grupo de hombres de dinero para que solicitaran y manejaran donaciones nacionales e internacionales que financiaran la candidatura de Vicente Fox a la Presidencia. Aparte de los nombres ya de sobra conocidos --Lino Korrodi, Carlos Rojas Magnon, Jorge G. Castañeda, et al.,-- se menciona a una tal Carlota Robinson Kauachi. Carlota (¿será por la Carlota imperial, la de Maximiliano?), presuntamente simple ama de casa sin ingresos propios, manejaba con gran desparpajo sumas millonarias depositadas en Bancomer. Además, aunque nadie parece conocerla, es considerada "clave del éxito del triunfo de Fox" por gente allegada al grupo Amigos de Fox. En otras palabras, la Amigocha encajaría perfectamente en esa descripción.

Ahora bien. Hasta un niño sabe la histeria que prevalece en los bancos mexicanos ante el terror de que los cuenta habientes laven dinero negro (sin dar mochada a los banqueros), o eludan el pago de impuestos al Parásito de Hacienda. Sin embargo, Carlota Robinson no está listada en el Padrón Federal Electoral, ni tampoco en el Servicio de Administración Tributaria de Hacienda. Aún así, la fulanita tenía en Bancomer una cuenta corriente. Pero resulta que a ella no le exigieron Registro Federal de Contribuyentes ni credencial del Instituto Federal Electoral, elementos indispensables a cualquiera en este país para hacer depósitos y girar cheques, más no para Carlota.

¿Por qué tal privilegio? Pues por "órdenes de arriba," obvio.

Lo malo fue que durante una operación bancaria interna buscando detectar a posibles evasores de impuestos, investigadores pelangoches descubrieron que la cuenta de Carlota evidenciaba movimientos raros de cheques, típicos de lavado de dinero. Y rajaron leña. Habían encontrado que la ñora hacía habitualmente hasta 30 operaciones bancarias diarias, nacionales e internacionales. Giraba cheques millonarios y hacía depósitos igual de fuertes, a veces devolviendo dinero al país de donde llegaba o a otros, es decir triangulándolo para esconderle la pista al lugar de origen. Esto a pesar de que Carlota no tenía trabajo, ni herencias, ni papucho ricachón, ni ingreso comprobado alguno. Esto es, los movimientos bancarios señalados eran similares a los mecanismos que utiliza la delincuencia organizada.

Y como Carlota hacía todo esto en beneficio de los Amigos de Fox, cuyo líder era el hoy presidente Vicente Fox, hasta un pasante en Derecho deduciría que el Cocacolo metió sus manotas (nunca mejor dicho) en un crimen de Estado, pues ensució su propia elección. Y ya sabemos los mexicanos dos cosas: una, que Fox nomás confía en la Amigocha; y dos, que ella padece (quizás porque de niña nunca le dieron su Domingo) una atracción patológica por dinero ajeno en grandes cantidades. Francamente no veo cómo hubiera permitido ella que otra mujer manejara tan enormes sumas de dólares. O lo que es lo mismo, también ella pudiera acabar con sus huesitos en la cárcel por lavado de dinero prieto.

Quizás por eso, al llegar a la Presidencia, Fox le dio el delicado cargo de Procurador General a su ex-cuñado, el criminal generalote verde (m)Acedo de la Concha, asegurándose así protección ilegal, pues su delito no sería jamás investigado por el chango verde, ni mucho menos castigado. Al menos mientras la Zorra Fox sea presidente. ¿De ahí la urgencia que traían en Los Pinos para que la Amigocha fuera presidenta? Así continuarían la protección ilegal otro sexenio, y ya para entonces nadie se acordaría, pues los venales medios de comunicación y la Igle$ia católica se encargarían de hacernos olvidar el delito. Si nos tragamos el Fobaproa enterito, cuantimás los delitos de Carlota, Fox y amigochos que los acompañan.

Pero las malas tanteadas llevan a la ruina. Queriendo arruinar a los priístas con el Pemexgate, la Amigocha destapó el Foxgate panista. O lo que es lo mismo, nadie sabe para quién trabaja. El lavado de dinero de los Amigos de Fox y su encubrimiento apestó de corrupción a la Presidencia de Fox mucho más que la de cualquier presidente priísta, pues el Procurador, tan honesto según él mismo, se ha dedicado en cuerpo y alma a destruir los reportes de la investigación bancaria y a perseguir y hostigar penalmente a los investigadores bancarios para obligarlos a callarse la boca.

Sí. Se amafiaron la PGR, Ejército, Gobernación y Hacienda para proteger ilegal y criminalmente al Mentirosillo Fox, utilizando para ello y sin ningún derecho, los recursos del Estado. Y sin que ninguna institución judicial pegara de gritos. Por algo en la ONU escupen la cara de jueces y autoridades ladinas mexicanas. Todos ellos son más criminales que los delincuentes, pues el pueblo los votó para que sirvieran al país, no para que lo utilizaran de tapadera de sus cochinadas criminales. Cuando el Congreso, la PGR, la Corte Suprema y el Ejército solapan criminales, así sea el propio presidente uno de ellos, legalizan de facto la impunidad.

Porque es inadmisible que la PGR haya citado a Carlota Robinson a declarar (sea la Carlota de carne y hueso o la Amigocha con velo negro) a altas horas de la noche, como se hacía durante el reino de terror de la $anta Inqui$ición, buscando ocultar al público su verdadera identidad. A eso se le llama encubrimiento, y cuando autoridades federales lo llevan a cabo, significa anarquía judicial total y pavorosa ausencia del orden social. Los ladrones en casa, pues.

Es de lamentar también, aunque de esperarse, la burda complicidad de los medios haciéndole el juego al Gobierno, inventándose actos diversionarios varios para encubrir el verdadero papel de Carlota Robinson. Destaca el vergonzoso teatrito que realizó el eterno palero del Gobierno, Jacobo Zabludowsky, con una supuesta "investigación" sobre el domicilio de Carlota pero diseñada aparentemente para mantener al público desorientado. Gente como Jacobo no le tienen respeto al pueblo, mucho menos a su supuesta ocupación, que no profesión.

Para oprobio del país, desde el IFE hasta las instituciones gubernamentales y religiosas están involucrados en el delito de encubrimiento y fraude en relación a este asunto.

Usted nomás acuérdese que vaticiné, con bastante antelación, que la Zorra Fox se iría de la Presidencia con mucho menos de lo que traía cuando llegó buscando trasquilarnos. Ya no parece tan descabellada mi proposición, ¿verdad? Es posible que hasta en la cárcel acabe la pareja dispareja. Con decirle que los mandatarios extranjeros, olfateando la inevitable catástrofe presidencial, ya ni las llamadas le toman a Fox. Algo le sabrán, digo yo, porque antes hasta de agarrón de nachas se llevaban.

En fin, ver para creer.

A pesar de lo que digan científicos y charros negros, nunca hay que menospreciar el poderío de los rituales chinos. A menos que se sea masoquista, of course.


* Master, Estrategia Militar China

E-mail: visionpf@direct.ca


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Copyright © 2003, Francisco J. Vargas